Colombia se encuentra ante importantes desafíos en su impulso por desarrollar energías renovables, especialmente en los sectores eólico y solar. Más de una docena de empresas multinacionales, así como el gobierno del presidente Gustavo Petro, están trabajando para alejar al país del petróleo y del carbón. Sin embargo, se enfrentan a obstáculos como retrasos en licencias ambientales y oposición por parte de algunas comunidades indígenas.
Desde 2019 se han anunciado más de 50 proyectos de energía eólica y solar, con una capacidad de generación planificada total de 2.43 gigavatios y 0.1 gigavatios respectivamente. Sin embargo, ninguno de estos proyectos está actualmente en funcionamiento, a pesar de estar programados para iniciar su producción este año o el pasado.
Estas tensiones surgen a medida que el país enfrenta condiciones de sequía, lo que se espera que reduzca la capacidad de generación hidroeléctrica de Colombia, provocando posibles escasez de energía y mayores costos. La provincia desértica costera de La Guajira, con sus abundantes recursos eólicos y solares, es un lugar ideal para proyectos de energía eólica y solar. Sin embargo, las protestas de la comunidad indígena Wayuu han dificultado la inversión y han llevado a retrasos en los proyectos.
La comunidad Wayuu argumenta que estos proyectos se llevan a cabo sin tener en cuenta adecuadamente el impacto en sus tradiciones espirituales, medios de vida, derechos de propiedad y el medio ambiente. Aseguran que las negociaciones se realizan con autoridades, políticos y empresarios, en lugar de involucrar a los propietarios de tierras ancestrales.
El presidente colombiano Gustavo Petro ha prometido garantizar que las comunidades se beneficien de los proyectos de energía renovable y, en algunos casos, participen en su operación. Sin embargo, la comunidad Wayuu sigue siendo escéptica y está preocupada por la falta de comunicación e inclusión en los procesos de toma de decisiones.
Empresas internacionales, como Enel, han pospuesto indefinidamente proyectos debido a protestas locales, lo que ha obstaculizado miles de millones de dólares en inversiones.
Además de los desafíos enfrentados en La Guajira, también se pueden observar conflictos en otros países como Chile y México, donde las comunidades indígenas se resisten al desarrollo de proyectos de litio y otras energías renovables.
Actualmente, la energía renovable representa menos del 1% de la generación de energía en Colombia, mientras que la energía hidroeléctrica sigue siendo dominante con un 70%. Los proyectos renovables planificados tienen el potencial de generar 20.000 megavatios, suficientes para abastecer aproximadamente a 11 millones de personas.
Para superar los obstáculos que enfrenta el sector de la energía renovable, son esenciales el diálogo con las comunidades indígenas y regulaciones claras. Colombia tiene la oportunidad de convertirse en exportador de energía renovable, pero se necesita una cuidadosa consideración y cooperación para asegurar un desarrollo sostenible e inclusivo de la industria.
