Las plantas de generación térmica se han convertido en el ‘as bajo la manga’ del sistema eléctrico de Colombia para evitar que ocurran apagones -como el de 1992-1993- cuando hay estrés climático (Fenómeno de El Niño) u otros sucesos que pueden obstaculizar al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
De acuerdo con la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), el país debe prepararse para un posible Fenómeno del Niño, que está contemplado para el segundo semestre de 2023.
Vale destacar que el respaldo de las térmicas al SIN es posible porque éstas realizan todos los mantenimientos necesarios, invierten en tecnología para operar de forma sostenible y usan el Cargo por Confiabilidad para mantenerse al día y listas para entrar en operación.
De acuerdo con la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, el cargo por confiabilidad es una medida que se tomó después del Fenómeno de El Niño que hubo entre 1992 y 1993: se crea a través de una resolución de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) en 2006.
Desde ese momento, indicó Vélez, los usuarios están pagando una “especie de seguro” para las generadoras tengan disponible la energía si llega a haber un estrés en el momento de generación derivado de las situaciones climáticas.
“En el último año, el promedio de lo que han pagado los está por el orden de $500.000 millones mensuales. Lo que quiere decir, por supuesto, que hemos pagado para que, en caso de un Fenómeno de El Niño, las generadoras estén listas para cubrir la demanda”, aseguró Vélez.
Según Andeg, en caso de un Fenómeno de El Niño prolongado “se requiere preparación y trabajo coordinado, facilitando acceso permanente y oportuno a los combustibles clave como el carbón, gas y líquidos, para que las térmicas sigan siendo el respaldo que requiere el SIN en este tipo eventos”
