Un análisis realizado por GEM Mining Consulting muestra que la colaboración entre operaciones mineras en el uso de plantas desaladoras podría generar importantes beneficios económicos y ambientales.
Según el estudio, si se implementa la colaboración entre las regiones de Coquimbo y O’Higgins, sería posible crear una “carretera del agua” en la que una planta de agua de mar abastecería a 11 operaciones mineras.
La investigación consideró 41 minas de cobre y 39 desaladoras en Chile, excluyendo aquellas plantas que ya están operativas y que no cuentan con planes de expansión. A través de un modelo de optimización, se calculó el costo total del sistema, la capacidad requerida de las plantas y el largo de los acueductos necesarios. Esto permitió identificar dos tipos de relaciones: la alimentación directa de plantas desaladoras a las minas y el intercambio de agua entre minas cercanas, lo que dentro del modelo se representa como una señal de colaboración a nivel de industria.
Los resultados indican que la colaboración podría reducir hasta un 40% el largo total de los acueductos necesarios, disminuyendo significativamente el impacto ambiental al evitar la construcción de esta infraestructura, generando menores impactos en el ecosistema. Además, el modelo proyecta un ahorro del 24% en costos operacionales relacionados al agua en las regiones involucradas.
En términos económicos, es más conveniente realizar un gran proyecto de agua de mar en lugar de que cada una de las 11 operaciones mineras realice su proyecto por separado. Esta integración permitiría alcanzar un ahorro en el Valor Actualizado Neto (VAN) de 1.158 millones de dólares, lo que representa una reducción de 19% en respecto al gasto total considerado para abastecer de agua de mar estas operaciones. Cabe destacar que en el estudio el consumo de agua total no se modifica, ya que sigue respondiendo a las necesidades de las operaciones mineras.
En el contexto de la creciente necesidad de optimizar el uso de los recursos hídricos en Chile, la colaboración entre empresas emerge como una estrategia clave para alcanzar una mayor sostenibilidad y competitividad en el sector minero.
La colaboración entre los distintos actores, según este análisis, tiene el potencial de impulsar el desarrollo de la industria, promover la sostenibilidad y contribuir al crecimiento económico del país.
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