El pasado jueves 5 de junio se conmemoró el día internacional del medioambiente. Este 2025, el foco estuvo centrado en la crisis global de los residuos, con énfasis en la contaminación por plásticos. Y es que la elección del tema de este año responde al desmedido aumento tanto de la producción de este material, como de sus desechos.
“La construcción es responsable por un tercio de los residuos generados, aproximadamente un tercio de los gases de efecto invernadero (GEI) y un tercio del consumo de energía. Dado lo anterior, las mejoras en temas medioambientales en el sector deben ser prioritarias”, comenta Ricardo Fernández, Gerente Técnico y Desarrollo Sostenible de Volcán e integrante de la Comisión de Medioambiente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
En el caso del sector, este tipo de residuos se ve en la utilización de envases y embalajes de productos fabricados o importados, por lo que es necesario su buen uso en la gestión de obras. “El plástico está en el embalaje de materiales de construcción y de sus terminaciones y equipamiento, generando un volumen importante de residuos en cada obra. Hoy, en algunas ya se están separando y seleccionando para ser reciclados o reutilizados como nueva materia prima, disminuyendo así el volumen de residuos y su huella de carbono”, cuenta Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medioambiente CChC.
El tener una buena gestión sobre los residuos, conlleva medir, reducir, reciclar y reutilizar en los proyectos. “Esto implica un aumento de productividad y, por lo tanto, un mejor negocio al hacer lo mismo con menos recursos”, señala Fernández.
En la misma línea, Cortez comenta que una mala gestión de estos (si no son separados en origen) hará que solo sean desechos que irán directo a botadero aumentando innecesariamente el volumen de residuos provenientes de la industria, incrementando los GEI y la huella de carbono. “Una buena alianza con los proveedores para cumplir con la ley REP es fundamental”, indica.
Entendiendo los beneficios que pueden traer las medidas y estrategias de cuidado al medioambiente durante la ejecución de proyectos, es que el sector trabaja continuamente en iniciativas para abordar el tema. Una de las más destacadas es Compromiso PRO, de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), que busca impulsar la sostenibilidad en las empresas socias, contando con diversas herramientas de capacitaciones y guías técnicas para mejorar la reportabilidad ambiental y acciones en gestión de residuos, economía circular y uso eficiente de agua, apoyando a las empresas en su transición sostenible.
“La CChC ha impulsado diversos tipos de herramientas como manuales y guías que permiten a las empresas de diversos tamaños comenzar a implementar gestión y reducción de residuos de construcción y demolición (RCD), como también un uso eficiente del agua. Estas herramientas están acompañadas de formación a través de cápsulas, cursos y jornadas de vinculación donde se comparten buenas prácticas”, detalla Cortez, agregando que, además, se cuenta con Sello PRO, un programa de acompañamiento a las empresas en su camino a la sostenibilidad, reconociendo a quienes mejoran el estándar de la industria.
Desde CDT también se ha desarrollado una plataforma de gestión ambiental, llamada “Dashboard ambiental”, una herramienta de apoyo en la gestión de residuos para las empresas del sector que ofrece una solución práctica para mejorar la reportabilidad ESG, un aspecto cada vez más crítico en la industria. El Dashboard ambiental CDT permite generar un registro de datos, simplificando el proceso y gestión interna en los proyectos, así como también, obtener indicadores de desempeño, ayudando a monitorear el cumplimiento de metas de prevención y valorización de residuos y del uso eficiente del agua.
Además de herramientas como la Plataforma o Manuales como el de “Reducción de residuos de construcción y demolición (RCD)” y el de “Gestión de Residuos de la Construcción y Demolición: detalles de implementación”, el sector también ha impulsado Acuerdos de Producción Limpia (APL): convenios entre empresas y organismos públicos para implementar prácticas de producción más limpias, mejorando la eficiencia en el uso de recursos y reduciendo la huella ambiental.
A la fecha, la CChC, con el apoyo de CDT, han trabajado en los APL de las regiones de Valparaíso, Antofagasta, Los Lagos y Magallanes, buscando propiciar la prevención, valorización y correcta gestión de los RCD y el consumo sustentable del recurso hídrico de la cadena de valor. “La Cámara ha contribuido a tener una hoja de ruta de economía circular en el sector construcción. Sin embargo, aún debemos trabajar por la modernización de fiscalizadores y reguladores como el Ministerio de Salud (Minsal), que han sido lentos para avanzar en estos temas. Necesitamos acelerar los reglamentos para valorizar residuos, permitir el desarrollo de la industria que tome residuos de generadores, los limpien, clasifiquen y vendan a terceros como nuevas materias primas”, señala Fernández.
Ser eficientes en el uso de los recursos y la protección del medioambiente es tarea de todos. “Debemos cuidar el uso de recursos naturales y para ello debemos cambiar el concepto de economía lineal a una circular”, propone Fernández, agregando que lo primero es evitar tener residuos y aquellos que resulten de los procesos de construcción, se deben convertir en subproductos o productos secundarios mediante su valorización.
Una mirada similar tiene Cortez. “Los beneficios para la productividad y la sostenibilidad en temas medioambientales son notorios, por ejemplo, en los APL, donde una obra más ordenada disminuye el riesgo de accidentes, aumenta la productividad, reduce la pérdida de materiales, aumenta la circularidad y minimiza el riesgo de conflictos con el entorno. En el caso de la prefabricación o la industrialización, disminuye sustancialmente los residuos en obra”, comenta, agregando que ante estas ventajas que ofrece el cuidado del medioambiente, es importante que más actores puedan ir sumándose.
“Invito a cada empresa, a unirse a la transformación de la industria con esta mirada sostenible y de gestión, con acciones concretas en sus organizaciones y en sus proyectos, incorporando en forma permanente una mejora continua desde el diseño para disminuir notoriamente los residuos y los que queden, poder gestionarlos para reciclarlos, además de optimizar el uso del agua en las obras y en su vida operacional. Con estas y otras acciones podremos impulsar la sostenibilidad de la industria”, señala.