El Ministerio de Transporte, a través de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), anunció la entrega oficial del puente Caracolí, una estructura de 180 metros de longitud ubicada en el municipio de Malambo, Atlántico. Esta obra hace parte del proyecto vial de cuarta generación Cartagena–Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad, y se convierte en una solución clave para mejorar la conectividad en la región.
El nuevo puente está localizado sobre la vía que conecta a los municipios de Malambo y Caracolí con la Avenida Circunvalar de la Prosperidad, y beneficiará directamente a más de 10.000 conductores que transitan diariamente por este corredor.
La infraestructura fue construida por la Concesión Costera Cartagena Barranquilla S.A.S. como una obra adicional al contrato original de concesión, en respuesta a solicitudes de las comunidades aledañas, entre las que se destacan Caracolí, Cascarón, La Aguada y Mesolandia.
Según Óscar Torres Yarzagaray, presidente de la ANI, “este proyecto no solo responde a una necesidad sentida por la comunidad, sino que también reafirma el compromiso del Gobierno con la transformación de territorios a través de infraestructura funcional, segura y sostenible”.
Detalles de la construcción del puente Caracolí
Uno de los aspectos más relevantes de la obra es su enfoque ambiental. En la construcción del puente se utilizó asfalto modificado con plástico posconsumo, una tecnología que permite reutilizar residuos sólidos, reduciendo el impacto ambiental de los trabajos de infraestructura. Además, el sistema de iluminación instalado funciona con energía solar, lo que refuerza el compromiso del proyecto con el uso de fuentes limpias y la reducción de emisiones contaminantes.
Durante la etapa de ejecución se generaron más de 150 empleos directos, lo que impulsó la economía local. La participación de la comunidad también fue promovida en diversas fases del proceso, fortaleciendo el vínculo entre el proyecto y los habitantes del área de influencia.
El mantenimiento del puente Caracolí será asumido por la Gobernación del Atlántico. Las labores incluirán limpieza periódica, revisión de juntas, conservación de barandas y mantenimiento de la señalización, con el fin de garantizar el buen estado de la infraestructura y su operación segura a largo plazo.
