El presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB), Juan Ricardo Ortega, puntualizó que la generación y la transmisión de energía no se están viendo como un conjunto, y que, si siguen paralizados los proyectos de transmisión en el país, no entrarán al sistema las energías renovables y no se podrá avanzar en la transición energética.
Ortega señaló que la situación de atraso que enfrentan muchos proyectos de generación y transmisión por demoras en el licenciamiento ambiental, no envían buenas señales para atraer capital al sector eléctrico del país, que depende en gran medida de la financiación internacional cada vez más difícil de conseguir por la incertidumbre ocasionada al no tener reglas de juego claras para recuperar las inversiones.
“Este es un país donde el ahorro es deficitario y dependemos de gestionar la deuda. Hoy es impensable que la banca nacional nos pueda prestar para invertir en el desarrollo del sector energético, porque no se cuenta con los recursos y las tasas de interés son muy altas”, afirmó el presidente del GEB.
Y agregó que “es por ello por lo que tocamos la puerta de la banca internacional, la cual necesita señales claras de que puede recuperar su inversión en estos proyectos a diez o 15 años”.
Una de las razones que atribuyó Juan Ricardo Ortega al problema del retraso en el licenciamiento ambiental de los proyectos, es la conflictividad derivada de la fractura del tejido social en lo local.
Por ello, señaló la importancia de fortalecer la institucionalidad alrededor de los procesos de diálogo.
“En La Guajira logramos sacar adelante 236 consultas previas para Colectora con comunidades muy diversas, pero es necesaria la coordinación desde las entidades, que haya funcionarios idóneos en el territorio y darles la permanencia para facilitar los procesos de diálogo entre empresas y comunidades. Para hacer proyectos grandes hay que reconstruir fibras sociales en lo local”, manifestó Ortega.
Y añadió que “las empresas estamos haciendo lo imposible y sacaremos los proyectos adelante, pero no podemos sustituir al Estado en esa función de reparar la fractura entre y al interior de las comunidades”.
El presidente del GEB también afirmó que los retrasos en los proyectos de transmisión ya están pasando factura en la sabana de Bogotá, donde nuevos desarrollos industriales y de vivienda están paralizados por la imposibilidad de suplir la demanda de energía, lo que afecta la generación de empleo, el recaudo de impuestos, entre otros aspectos fundamentales para la competitividad regional.
Adicionalmente, con miras al futuro, planteó que la construcción del Metro de Bogotá y el RegioTram de Occidente, proyectos que generan presión sobre la oferta y demanda de energía en el mediano plazo, exige que haya certeza sobre las fuentes de energía que alimentarán su funcionamiento.