El tema álgido entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, continúa siendo la construcción de la primera línea del metro, que ya cuenta con 48 % de avance general.
La división se profundizó luego de unas declaraciones del presidente, donde se quejó de la situación: “El metro elevado, lo dijeron en estudio, que oculta la prensa, decenas de especialistas internacionales, demorará más los viajes en toda la ciudad. Es decir, que no sirve. Dañará hacia la fealdad el urbanismo bogotano. Si el llamado metro elevado crea más troncales de buses, disminuye el fluir del tráfico en general, lleva más al vehículo particular y a la moto que congestionan más. Es votar miles de millones de dólares de la Nación y de las y los bogotanos a la caneca de la basura”, dijo el mandatario en sus redes sociales.
“Lo que dijimos que iba a pasar, está pasando: el metro elevado no le sirve a Bogotá”, dijo el jefe de Estado, “Imagínense qué es vivir en un apartamento mirando a la calle y no se ve ya la calle, sino un tren pasando cada tres minutos por el frente de la ventana”, agregó.
Galán ha respondido en múltiples ocasiones a los comentarios del presidente Petro, reafirmando que «el metro no se va a detener». Además, ha sido aún más contundente respecto a la financiación del proyecto por parte de la Nación: «Es importante reiterar que los aportes de la Nación a los proyectos de Bogotá no son un favor, responden a contratos firmados, y aplazarlos es una forma de incumplimiento», afirmó.
En respuesta a la afirmación de Petro de que el metro elevado no le sirve a Bogotá, Galán fue tajante: «Se equivoca. Lo que no le sirvió a Bogotá fue un metro que no existió por más de 80 años, que no avanzó ni un metro y que quedó en simples renders. Este es el primer metro que la ciudad está construyendo, el primero que se está haciendo realidad, y claro que le va a servir a Bogotá».
Galán también señaló que el propio estudio citado por el presidente, en la tabla tres de la página 30 del documento Estado del Arte en Metodología de Estudios de Beneficio-Costo, demuestra que tanto el metro elevado como el subterráneo reducen los tiempos de viaje. «No solo lograremos que el trayecto entre la estación uno, en el parque Gibraltar, y la calle 72 con Caracas pase de dos horas, como es hoy, a solo 27 minutos, sino que también se reducirán los tiempos de desplazamiento en toda la ciudad», enfatizó.
Bogotá y su racionamiento de agua
Otro tema que genera disputa es el agua, sobre todo la capital colombiana lleva cerca de un año implementando turnos de racionamiento por localidades, frente a ello Petro ha criticado la insuficiencia del líquido vital.
El primer mandatario señaló que para marzo de 2025 el embalse de donde sale el agua potable en Bogotá, Chingaza llegaría quizás a cero y que sería necesitaría incluso la ayuda del Ejército para ayudar a evacuar la ciudad.
Galán respondió: “Ese escenario catastrófico no se cumplió, estamos a menos de 10 días de marzo y Bogotá no sólo no sé quedó sin agua, sino que hoy el embalse está por encima del 40 % de su nivel y tiene más de 40 millones de metros cúbicos más de lo que tenía el año pasado para esta misma fecha”.
Y agregó: “Estamos entrando al final de la temporada seca en los embalses y puedo decirle que, aunque todavía existen dificultades, Bogotá va por buen camino gracias a las medidas técnicas que hemos tomado”.
Finalmente hizo una salvedad: “Estaríamos mejor si durante su administración como alcalde no hubiera decidido retirar el trámite para Chingaza II, sin plantear alguna alternativa para la ciudad”.