Un trayecto de 400 metros tiene enredada la terminación de Pacífico 1, una megavía en doble calzada que se construye en el suroeste Antioqueño con una influencia directa en los municipios de Amagá, Titiribí, Venecia y Caldas.
Se trata de uno de los proyectos de infraestructura vial más importantes, ya que conectará a los puertos de Antioquia y Buenaventura en menos tiempo.
De hecho, Pacífico 1 hace parte de un conjunto de proyectos de vías 4G, que a través de una interconexión facilitarán la comunicación con el Eje Cafetero y el Pacífico Colombiano.
Según Covipacífico, la concesionaria a cargo, el avance de esta megavía supera el 96 %, pero hay 400 metros que no han podido culminarse para dar entrega oficial al proyecto.
Las obras de la megavía Pacífico 1
Esta infraestructura comprende cuatro unidades funcionales que totalizan 50,10 km de extensión. Incluye, además, la edificación de 63 puentes y tres intercambiadores a desnivel en Sinifaná, Titiribí y Camilo C.
Además, 32,10 km de doble calzada y la construcción de dos túneles dobles (Sinifaná y Amagá), que ya están finalizados.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), lo que falta por completar corresponde a las obras especificadas en el contrato de concesión; las obras adicionales necesarias no están siendo consideradas.
Bajo este contexto, se trata de obras que son responsabilidad del Gobierno y aún no se ha definido cómo serán financiadas.
Según El Tiempo, entre las obras pendientes se incluyen: la construcción de una doble calzada de 3,2 kilómetros en los sectores de Cuatro Palos y Primavera, la instalación de dos túneles en el área de Sinifaná (afectada por un derrumbe en 2019 que causó la destrucción de la vía y varios puentes), y la reubicación del peaje de Amagá.
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Sumado a esto, llama la atención una unidad funcional que está prácticamente terminada y que aún no ha podido ser habilitada por 400 metros.
Se refiere a la número dos, que se encuentra en un 96 % de avance, comprendiendo un tramo de 13,2 km de doble calzada desde el intercambiador de Titiribí hasta el intercambiador de Camilo C. Esto incluye el Túnel doble de Amagá, con una longitud de 3,7 km.
Sin embargo, se enfrentaron a un problema en febrero del año pasado, cuando se registró una afectación en la estabilidad del terreno en la zona de la Quebrada El Líbano, causando daños en unos 400 metros de la doble calzada en construcción y obstaculizando la finalización total de este tramo.
Para superar este obstáculo, Covipacífico implementó un “bypass”, una vía provisional al lado del área del deslizamiento, permitiendo el tráfico en un solo carril.
A pesar de esto, la Agencia Nacional de Infraestructura no aceptó la solicitud para habilitar este tramo.
La ANI informó que el concesionario solicitó un evento eximente de responsabilidad. Esto significa que el concesionario buscaba liberarse de cualquier de ‘culpas’ relacionada con el problema ocurrido en la construcción de la vía, argumentando que era un evento imprevisto o fuera de su control.
Sin embargo, tanto la interventoría como la propia Agencia rechazaron esta solicitud porque no se cumplían las condiciones establecidas en el contrato para considerar el evento como eximente de responsabilidad.
En otras palabras, el concesionario no fue eximido de sus obligaciones y sigue siendo responsable de completar la obra según lo acordado inicialmente en el contrato de concesión.
“En vista de la afectación y magnitud de esta, que es responsabilidad del concesionario, se notificó un plazo de cura de 360 días que culmina en julio de 2024, el plazo de cura es un tiempo contractual adicional otorgado al concesionario para que cumpla con sus obligaciones contractuales, que es la forma de conminarlo al cumplimiento del contrato”, indicó la ANI.
Ante la negativa del caso, Mauricio Millán, gerente de Covipacífico, afirmó que están planteando una solución: un túnel falso ubicado al lado de donde está el bypass.
“Llevamos aproximadamente tres meses de la ejecución de esa obra que debe estar lista hacia final de año. Pero se podría dar apertura de la vía con el bypass desde que se llegue a un acuerdo con la ANI, se requiere llegar a un acuerdo de cómo se va a recibir y poder operar”, expresó Millán.
Así las cosas, se espera que el incidente en los 400 metros de la megavía pueda salir a flote, eso sí, una vez se solucione ello, el intercambiador de Titiribí, será otro dolor de cabeza, ya que allí se encuentra un derrumbe que impide la conexión con Pacífico 2.