La generación solar fotovoltaica de energía en México liderará muy por encima de otras tecnologías los aumentos en la capacidad instalada en México, ya que según la Secretaría de Energía (Sener) el conjunto de nuevas grandes instalaciones y generación distribuida aportará 47.23% de las adiciones totales de capacidad entre 2023 y 2037.
De hecho, sólo de grandes parques solares entre 2023 y 2026 habrá adiciones de capacidad de 30.6% del total de nuevas plantas para generación eléctrica del país, pero entre 2027 y 2037 su aportación a la nueva capacidad será de 37%, muy por encima de cualquier otra tecnología.
Según la Prospectiva de Electricidad publicada en febrero por el organismo rector de la política energética, en 2022, la capacidad interconectada a la red nacional de transmisión y a la red general de distribución eléctrica del país de los diferentes permisionarios fue de 87,130 megawatts (MW), registrando un crecimiento de 1.14% respecto a los 86,153 megawatts registrados en 2021, derivado de la adición de 1,485 megas en 2022 con una penetración mayormente de las tecnologías de ciclo combinado con 772 megawatts y fotovoltaica con 580 megawatts.
Lo anterior significa que 51% de las adiciones de capacidad provinieron de ciclos combinados, mientras que 39% fue nueva capacidad fotovoltaica.
Aunque cabe recordar que entre 2021 y 2022, ya en términos de generación real, la energía limpia en el país se redujo en 1.8% al pasar de 88.8 a 87.2 terawatts hora, lo cual se atribuye –parcialmente– a la caída de la generación de energía eólica y solar fotovoltaica. Estas tuvieron disminuciones de 3.6% y 4.6%, respectivamente.
En el corto plazo, al 2026, el incremento de la generación solar si se consideran sólo los parques interconectados, quedará sólo por debajo del que tendrán los ciclos combinados a gas natural, cuya aportación a nuevas adiciones de capacidad será de 31.2 por ciento. Aunque la generación distribuida fotovoltaica, que se instala principalmente como techos solares, tendrá 9.18% de nueva capacidad.
Pero en el largo plazo, las nuevas instalaciones fotovoltaicas en parques están proyectadas para aportar nueva capacidad muy superior a otras fuentes: 37%, y también se contempla que la generación distribuida -que se produce cerca de los centros de consumo y no utiliza la red nacional de transmisión– tendrá una participación en las adiciones de 14 por ciento.