La compañía comenzó su primer programa de perforación en el proyecto Silvia con el objetivo de evaluar mineralización de oro y cobre de alta ley en skarn y pórfido.
Tinka Resources Limited anunció el inicio del primer programa de perforación en su proyecto Silvia, ubicado en el centro de Perú, un activo de oro y cobre de su propiedad absoluta adquirido a BHP en 2021. El objetivo es evaluar zonas de alta ley de mineralización alojadas en skarn y pórfido, dentro de un entorno estructural considerado altamente favorable.
El programa inicial contempla cuatro pozos diamantinos con profundidades de hasta 400 metros en el denominado Área A, donde afloran mineralizaciones de oro y cobre de alto grado. Las perforaciones se realizarán de manera continua hasta fines de diciembre, mientras que los primeros resultados se esperan antes del cierre del año y los posteriores a comienzos de 2026.
Según la compañía, el muestreo reciente de control confirmó los resultados previos de Tinka, con valores destacados de 28,5 g/t de oro y 1,2% de cobre en una muestra de 0,6 metros. En tanto, campañas anteriores habían reportado hasta 18 g/t de oro y 12% de cobre, además de una zanja continua de 46 metros con 1,9 g/t de oro y 0,8% de cobre, incluyendo intervalos de 6 metros con 12,8 g/t de oro y 2,7% de cobre.
El presidente y CEO de Tinka, Dr. Graham Carman, destacó que el inicio de la perforación marca un hito para la compañía: “Nuestro equipo ha realizado un trabajo excepcional para preparar el sitio a tiempo y dentro del presupuesto. Silvia es un objetivo muy prometedor en una franja metalífera de clase mundial, que incluye el depósito de skarn de cobre y zinc Antamina, a unos 100 kilómetros al norte”.
El sistema mineralizado en Silvia se asocia con intrusiones monzoníticas que cortan una gruesa unidad de caliza de la Formación Jumasha. La presencia de skarn aurífero-cuprífero, vetas de stockwork y calizas alteradas en la periferia sugiere la existencia de un sistema extensivo aún poco explorado.
Además del Área A, el proyecto comprende dos zonas adicionales de alta prospectividad —Áreas B y C— que serán evaluadas en etapas posteriores del programa de exploración.
