¿Conviene comprar departamento en un piso difícil?

Generalmente cuando las inmobiliarias recurren a descuentos para reducir su stock de departamentos, los valores más atractivos corresponden a los llamados pisos «difíciles», piso 2 y últimos pisos en edificios de alta altura. Esto se debe a que las primeras unidades que se agotan corresponden a los pisos intermedios, puesto que brindan un mayor equilibrio entre seguridad, vistas y privacidad.

«Actualmente, la principal objeción a los pisos bajos es la inseguridad, que es la principal preocupación ciudadana. Es más fácil trepar hasta un piso 2. Esto conlleva que quienes viven en ese piso no tienen más opción que enrejarse para evitar robos», explica Reinaldo Gleisner, Vicepresidente de Colliers.

El ejecutivo añade que, en el caso de los pisos más altos, su reputación negativa viene de las probables filtraciones de agua. «El sesgo habitual es pensar que se pueden llover o puede haber otro inconveniente derivado de la techumbre o la existencia de piscina y terraza en la azotea. Asimismo, la demora en usar los elevadores en el día a día o la poca accesibilidad que tienen en caso de que falle la luz o se averíen los elevadores, así como los terremotos son factores que muchas personas consideran».

No obstante, los expertos coinciden en que a la larga el piso no es algo tan relevante. «Finalmente todos los departamentos se venden y en caso de quienes buscan comprar como inversión para arrendar, siempre se encontrará un arrendatario. Si se compra una vivienda barata o se puede negociar un buen monto, puede ser una alternativa interesante», recalca Gleisner.

El experto explica que «el arrendatario esencialmente busca un mejor precio. Comprar barato, aunque sea de la altura u orientación de las más castigadas, puede generar una mayor rentabilidad en los arriendos».

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