La megavía Autopistas del Caribe, que se concibió como un proyecto 4G continúa frenada por problemas financieros.
Durante el congreso de la Cámara Colombiana de la Construcción (CCI), Francisco Ospina, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) entregó el balance de las conversaciones que se están llevando a cabo para sacar adelante la megavía.
“Autopista del Caribe no ha dejado de buscar caminos para hacer viable el proyecto, estamos en comunicación permanente con el concesionario con la interventoría y el gobierno local, para replantear el proyecto si es del caso con una garantía de recaudo”, dijo el funcionario.
Cabe aclarar que “es una iniciativa privada; el 100 % de los recursos de inversión provienen de los ingresos de los peajes, y en eso hemos estado trabajando”.
Actualmente, según el presidente de la ANI, se están analizando los diferentes escenarios planteados. “Hace pocos días, solicitamos nuevamente al Ministerio de Transporte la suspensión del cobro de las categorías 1 y 2 del peaje de Turbaco, precisamente con el propósito de avanzar en estos procesos”, agregó.
“No obstante, queremos hacer una aclaración: propusimos un cobro en el límite inferior, de $1.500 y $2.000 para las categorías 1 y 2, con el objetivo de replantear el modelo financiero y proyectar un plan de obras viable. Sin embargo, esta propuesta no fue aceptada por la comunidad ni ha recibido un apoyo concreto por parte de la región, por lo que seguimos en proceso”.
¿Por qué está frenada la Autopista del Caribe?
La megavía 4G quedó en el limbo por las complicaciones en uno de sus peajes (Turbaco) que no se ha podido cobrar y otro de ellos ni siquiera ha sido instalado, Arroyo de Piedra.
Lo anterior agravó el ingreso de recursos para finalizar trabajos y con ello su inversión de $4 billones que se realizarían en Cartagena y Barranquilla.
El proyecto tiene vocación de movilizar buena parte de la carga que se movilice por el Caribe, pero hasta el momento no ha podido despegar.