La producción industrial de México creció un 2,1 % interanual en julio, impulsada principalmente por el sector de la construcción, aunque la minería mostró una ligera caída. Estas cifras fueron proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que destacó el desempeño de los sectores productivos clave durante el séptimo mes del año. La construcción registró un notable incremento del 5,3 %, mientras que otros sectores también contribuyeron al alza global, como la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, así como el suministro de agua y gas, que subieron un 2,6 %. La manufactura, aunque menos robusta, creció un 1,6 % en comparación con el mismo mes de 2023.
En el lado opuesto, la minería presentó un descenso del 0,4 % en comparación con julio del año anterior. Este desempeño desigual refleja la diversidad de los sectores que componen la producción industrial de México y sus respectivas contribuciones al crecimiento global.
A lo largo de los primeros siete meses de 2024, la producción industrial acumulada mostró un aumento del 1,5 % interanual, resultado de avances significativos en algunos sectores, particularmente en la construcción, que experimentó un crecimiento acumulado del 9,3 %. Este crecimiento resalta la relevancia del sector de la construcción como motor clave del desarrollo industrial en México. Asimismo, la generación de electricidad y el suministro de agua y gas mostraron una subida del 2,6 % en el mismo periodo, aunque la manufactura se mantuvo estancada con un 0 % de crecimiento acumulado, y la minería continuó en retroceso, con una contracción del 2,4 %.
Este desempeño mixto en la industria minera es preocupante para un sector que, históricamente, ha sido fundamental para la economía mexicana. No obstante, los avances mensuales registrados en julio, con un crecimiento del 1,4 % en comparación con junio de 2024, son una señal alentadora de una posible recuperación. La minería, aunque enfrenta desafíos, sigue siendo un pilar estratégico para México, especialmente por su contribución a las exportaciones y su rol en la generación de empleo en diversas regiones del país.
Por otro lado, el Indicador Mensual de Actividad Industrial (IMAI) se elevó un 0,2 % con cifras desestacionalizadas en julio en comparación con el mes anterior. Este resultado se debe, en gran parte, al aumento mensual del 1,4 % en la minería y el avance del 2,6 % en la construcción. Sin embargo, sectores como la generación de energía eléctrica y el suministro de agua y gas registraron un descenso del 0,9 %, al igual que la manufactura, que cayó un 0,8 % mensual. Estas fluctuaciones sectoriales muestran que, a pesar del crecimiento general, algunos sectores industriales enfrentan obstáculos a corto plazo.
El crecimiento industrial de México se enmarca en un contexto económico favorable, aunque moderado. La economía del país creció un 0,2 % a nivel trimestral y un 2,1 % interanual en el segundo trimestre de 2024, lo que llevó a un crecimiento acumulado del 1,8 % en lo que va del año, según las cifras definitivas del Inegi. Estos datos reflejan una economía que, si bien enfrenta desafíos sectoriales, sigue en una senda de crecimiento positivo.
En el conjunto del año 2023, la producción industrial en México aumentó un 3,5 %, impulsada principalmente por el auge en la construcción, aunque todos los sectores contribuyeron al alza. Este crecimiento destaca la capacidad del país para diversificar sus motores económicos, aunque la minería ha sido el sector más volátil en los últimos años.
A nivel macroeconómico, el producto interior bruto (PIB) de México registró un crecimiento del 3,9 % en 2022, con una participación importante de todos los sectores. Este desempeño siguió al crecimiento del 6,1 % en 2021, lo que refleja una recuperación sostenida tras la pandemia. Para 2024, el Gobierno mexicano prevé un crecimiento económico de al menos un 3 %, basado en el impulso de los sectores industriales, incluido un posible repunte de la minería.
La industria minera, pese a los desafíos, tiene el potencial de ser uno de los motores clave para lograr este crecimiento estimado. Es un sector que, cuando está en auge, genera un efecto multiplicador en la economía, desde el empleo hasta las exportaciones. En este contexto, es fundamental seguir impulsando políticas que fomenten la inversión y la modernización del sector, para aprovechar al máximo los recursos naturales que México posee.
En resumen, aunque la minería enfrenta desafíos, la industria mexicana sigue mostrando signos de crecimiento y resiliencia. La diversificación sectorial, liderada por la construcción, es clave para mantener el impulso económico en los próximos meses y años. La minería, aunque en retroceso interanual, aún puede desempeñar un rol estratégico, especialmente si se logra superar los obstáculos actuales. Con un entorno económico favorable y proyecciones positivas para 2024, México tiene la oportunidad de seguir creciendo y consolidándose como una potencia industrial en la región.