El gobierno de Chile dio un ultimátum al gigante italiano de energía Enel, el principal distribuidor de electricidad en la capital del país, para que restablezca el suministro tras un prolongado apagón hace una semana.
Si no cumple, avanzará un proceso para caducar la concesión a la compañía eléctrica que opera en Santiago, donde viven nueve de los casi 20 millones de habitantes de Chile.
“Se le dijo ayer: tienen que recuperar 20 mil clientes. Se han recuperado 12 mil y tienen hasta las 23:59 (del jueves) para recuperar el resto”, dijo el jueves a periodistas el ministro chileno de Energía, Diego Pardow.
“Es el tercer plan de recuperación, y quiero estar claro: es un plan que infringe los estándares normativos. No es responsable con la ciudadanía dejar que un tercer plan vuelva a incumplirse”, agregó el ministro.
El presidente Gabriel Boric dijo el miércoles que pidió revisar la concesión de Enel ante los cortes de electricidad que se generaron tras el inusual frente de lluvias y potentes ráfagas de viento que afectó el jueves 1 de agosto a Santiago y otras regiones de Chile.
“Le he solicitado a nuestro ministro de Energía que evalúe no solamente todas las opciones sancionatorias que hay, algunas que ya están en curso, sino también revise la concesión de la empresa Enel”, dijo entonces Boric.
En Santiago, Enel reportó un máximo de 794 mil clientes sin suministro eléctrico, afectados en su mayoría por la caída de árboles sobre cables del tendido eléctrico.
En total, la compañía italiana distribuye energía a dos millones de clientes en Santiago, donde actúa como un “monopolio regulado”.
Los extensos cortes de energía han provocado protestas en varios barrios de la capital chilena, donde vecinos incluso han montado barricadas.
El gobierno también ha formulado cargos a la empresa distribuidora CGE, de capitales chinos, por demoras en la reposición del suministro.
