Optimista. Así es la mirada del gerente de Asuntos Externos de Kinross Chile, Patricio Pinto, sobre los desafíos que enfrentan las operaciones de la minera canadiense en Chile. En conversación con Portal Minero, el ejecutivo analiza hacia dónde apuntarían los principales proyectos de la empresa, tanto en el corto o como en el mediano plazo.
Cabe recordar que, en 2013, Kinross informó en su momento la Paralización Temporal Parcial (PTP) de La Coipa, debido el agotamiento de sus recursos minerales. Sin embargo, y en un día que fue calificado como un hito en la industria minera, el pasado 12 de febrero de 2020 la propia compañía anunciaba al país la reapertura del yacimiento, con el inicio de su proyecto Fase 7. Todo eso significó una inversión de US$ 225 millones y una gran noticia para los habitantes de la Región de Atacama.
“El balance que hacemos en estos poco más de dos años de la reapertura de La Coipa es bastante positivo. Porque no sólo hemos logrado mantener la producción durante este último tiempo, sino también por todo lo que significa este yacimiento para la Región Atacama, como una faena minera histórica, que en la actualidad opera con más de 2.000 trabajadores”, sostiene.
Sin embargo, desde la empresa no están de “brazos cruzados”. En la actualidad, también están mirando el futuro de La Coipa, cuyos permisos ambientales terminan el 2027.
En ese sentido, según precisa el ejecutivo de Kinross, uno de los principales objetivos de la empresa es construir un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para extender los permisos de La Coipa más allá del 2027.
“Nos encontramos en la etapa de construir un instrumento ambiental, el cual pretendemos ingresar este año, con la finalidad de extender la vida útil de la faena. Un estudio que además ha sido erigido en conjunto con las comunidades Colla, con quienes hemos participado en los levantamientos de las líneas bases de todos los elementos que son relevantes en estos procesos. De esa manera, hemos sociabilizado un EIA desde el inicio, porque nos interesa ingresar un estudio lo más fortalecido tanto desde el punto de vista comunitario como técnico”, especifica.
Asimismo, Patricio Pinto enfatiza que el inicio de la operación de La Coipa “ha significado volver a posicionar a Kinross en el espacio donde históricamente se encontraba y poder mirar hacia adelante gracias a esta operación, pero también a través de otros proyectos que contamos en la región”.
“Existe un espacio muy grande para desarrollar la minería del oro en nuestro país”
En tanto, el proyecto Lobo Marte sigue en curso respecto a sus permisos ambientales. Según explica el gerente de Asuntos Externos de Kinross Chile, su evaluación ambiental debería ingresar el próximo año y su calendario de construcción estaría ligado linealmente al Estudio de Impacto de Ambiental de La Coipa.
“Probablemente, Lobo Marte se demore entre 24 y 36 meses en ser evaluado. Lo que nos motiva es desarrollar proyectos en que participen las autoridades y las comunidades que rodean a las operaciones. En este caso, también incluiría una consulta indígena y otras variables, por lo que estimamos que entre 2027 y 2028, estaríamos proyectando el inicio de su construcción”, precisa.
Al ser consultado sobre la importancia de la puesta en marcha de este proyecto, el ejecutivo sostiene que representaría una fuerte presencia de la minería del oro en la Región de Atacama.
“Porque además de Lobo Marte y La Coipa, en la región también se encuentran otros proyectos de oro, como el de Gold Fields, que ya entró en operación, y el de Fénix Gold, que también tuvo su aprobación. Esto es de gran relevancia, porque muchas veces todo nuestro foco gira en torno a la industria del cobre, pero también hay un espacio muy grande para desarrollar la minería del oro en el país”, comenta el ejecutivo.