Con el foco puesto en operaciones seguras, responsables y de mejora continua, Codelco División El Teniente adoptó un exigente estándar internacional para el manejo de sus relaves y que dio cumplimiento, el año pasado, a los más de 70 requisitos que exige la norma.
Se trata del Estándar Global de Gestión de Relaves para la industria minera (GISTM, por sus siglas en inglés), proceso que resultó de la Revisión Global de Relaves, convocada en 2019 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Principios para la Inversión Responsable (PRI) y el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM).
“Este estándar se divide en seis grandes temas, en los que están los 77 requisitos que como División, en nuestros cuatro depósitos, Carén, Barahona, Colihues y Cauquenes, dimos conformidad en 2023”, explica Omar Medina, director de Desarrollo Carén, de Codelco División El Teniente.
“Chile, al ser un país sísmico, ya cuenta con una normativa exigente, por lo que nuestro gran desafío y compromiso para adherir a este estándar estuvo en la información y comunicación con las comunidades, que vimos reflejado por ejemplo, en un simulacro de emergencia que realizamos y que fue un paso muy importante porque representantes de las comunidades tuvieron una participación activa”, puntualiza.
Las áreas de revisión
Los seis temas principales que considera el GISTM responden a Comunidades afectadas; Base de conocimientos integrada; Diseño, construcción, operación y monitoreo de las instalaciones de relaves; Gestión y gobernanza; Respuesta ante emergencias y recuperación a largo plazo; y Divulgación pública y acceso a la información.
“Cuando nació esta iniciativa, Codelco rápidamente decidió incorporarlo. Se determinaron los requisitos que aplicaban, documentos, guías de buenas prácticas que complementaban el estándar y protocolos de conformidad”, detalla Francisco Saldaña, ingeniero especialista de la Gerencia de Tranques, Relaves y Recursos Hídricos de El Teniente.
Así, en 2021 se realizaron los primeros diagnósticos, que derivaron en una serie de planes de acción, evaluaciones y reuniones de control de avances los siguientes dos años, con aumentos significativos en los indicadores. “La idea fue ser exigentes tanto con nuestras operaciones como con los consultores que nos venían a visitar, para ir más allá de los cumplimientos”, plantea Saldaña.
En esa línea, el director de Desarrollo Carén asevera que “el trabajo hoy está en mantener este estándar. Tenemos desafíos también por delante que implican esta comunicación permanente con las comunidades, ir al detalle de planes de emergencia y recuperación y aprendizajes de actividades como la que realizamos el año pasado, de un simulacro de emergencia en el sector del Embalse Carén”, en conjunto con autoridades e instituciones como el Servicio Nacional de Prevención de Respuesta ante Desastres (Senapred).
“Operar bajo estos estándares, bajo este sello global que suscribimos, finalmente es el reflejo de que nuestras operaciones son seguras. Es el respaldo para las comunidades para que estén tranquilas y mantengan la confianza en nosotros, porque estamos buscando siempre la mejora continua”, agrega.
A este estándar, también se suman revisiones y mantenciones periódicas, la instrumentación de los relaves para mantener registros en línea de sus actividades y niveles, y chequeos como el que realiza anualmente la Junta Independiente de Revisión de Relaves (ITRB), compuesta por expertos internacionales.