En un plazo de tres meses, la estructura en madera laminada del nuevo Pabellón Docente de la Universidad Católica de Temuco, estará completamente montada. El proyecto cuenta con 170 metros cúbicos de madera, lo que se traduce en una absorción de 170 toneladas de CO2. Se trata de un edificio sustentable en el que la madera compensa el efecto de huella de carbono del hormigón y los elementos metálicos utilizados en el edificio.
Un brazo robotizado fue programado para mecanizar cada una de las piezas que hoy se están utilizando en el montaje del nuevo Pabellón Docente de la Universidad Católica de Temuco. Treinta días le tomó a Lamitec – empresa dedicada a procesar madera y fabricar casas industrializadas- la preparación del mecanizado. En el intertanto se iba fabricando la madera laminada. Ni un día de pérdida hasta llegar a la prefabricación de las piezas del futuro edificio.
El montaje insitu, posterior a la etapa de las obras civiles, comenzó la segunda semana de marzo y la finalización está fijada para fines de mayo. Tres meses para un edificio de cuatro pisos y cuatro meses en total con la preparación de las órdenes para el robot. Participaron un ingeniero civil, dos proyectistas. Y para la instalación, un constructor civil y un supervisor de instalación.
Actualmente se trabaja en la instalación del primer piso del edificio. “El proyecto sale terminado desde la planta de Lamitec, a la obra llegan las piezas prearmadas, allí se hacen las conexiones mediante pernos”, nos cuenta Ernesto Hernández, asesor de Lamitec en ingeniería y desarrollo de proyectos.
Edificio sustentable
La UC Temuco hace gala de su compromiso con la sustentabilidad y la innovación, a través de la construcción del pabellón docente y Ernesto asegura que “se entrega una solución con un estándar de calidad equivalente al hormigón armado. Los dos entregan el mismo estándar, pero la madera tiene una huella de carbono mucho menor. Por cada metro cúbico de madera instalado, se ahorra una tonelada de CO2, es decir está ayudando a tener una baja huella de carbono”.
En este proyecto hay del orden de 170 metros cúbicos de madera, lo que se traduce en una absorción de 170 toneladas de CO2. Por otra parte, “al mecanizar en la planta no hay residuos de madera en terreno, no hay desechos, se disminuye la cantidad de material que debe ir a botadero. Al llevarlo prefabricado, la mayoría de las herramientas son taladros o llaves para poder apretar los pernos. El grado de exactitud que llevan los elementos es súper alto”, afirma Hernández. Y continúa, “la madera viene a compensar el efecto de huella de carbono del hormigón y los elementos metálicos utilizados en el edificio y es lo que ha permitido su certificación (por el Ministerio de Obras Públicas, la Cámara Chilena de la Construcción y el Colegio de Arquitectos). Sin la madera eso no sería posible”.
A su vez, toda la madera que se utilizó en las piezas prefabricadas del edificio cuenta con sello FSC, que garantiza el origen responsable de una amplia variedad de productos de origen forestal de todo el mundo, empezando por el bosque de origen, pasando por todas las empresas que intervienen en su elaboración y packaging, hasta llegar al consumidor. “Da certeza que la madera proviene de bosques que van a ser reforestados. Hay trazabilidad. Garantiza que el producto que estamos entregando es verde”, asegura Ernesto.
Modelación robótica del proyecto
El proyecto se creó en tres dimensiones, incorporando las conexiones y herrajería al modelo, luego el programa entregó la forma de cómo se debían mecanizar las piezas para realizar las conexiones. Después, se programó el robot. Todo en treinta días.
Lamitec adquirió el brazo robotizado en mayo de 2023, para instalarlo en sus dependencias en octubre. Y la obra que se está construyendo en el Campus San Francisco de la UC de Temuco es la primera gran infraestructura en ser apoyada por el recientemente adquirido robot.
La finalidad, relata Ernesto, “es disminuir la mano de obra y mejorar las terminaciones en mecanizado o cortes, preparación de piezas, ya sea de madera laminada, CLT o madera contralaminada”. Sin duda, la precisión de corte del robot también fue un aliciente para su adquisición, ya que su margen de error es de menos de un milímetro.
Lamitec comenzó con el negocio de madera laminada a fines del 89, casi 35 años en el negocio. Se caracterizaron por llevar proyectos innovadores, “que hasta ese momento se pensaba que no se podían realizar en Chile y que hoy se están haciendo.
“El ver cómo ha ido creciendo lo que tenía como visión de futuro me llena el corazón. Y creo que todavía se puede hacer mucho más. Creo que es factible que la industria entienda que por aquí va el camino y que así, podríamos dar solución a todos los problemas habitacionales. Podríamos entregar un país más verde”, finaliza Ernesto.
Fuente: Madera 21
