“El 85% de la capacidad de desalación instalada en Chile pertenece a la industria minera”

En un contexto marcado por la crisis hídrica que afecta a gran parte del territorio nacional, este mes, además de conmemorarse el Día Mundial del Agua (22 de marzo), en Santiago se desarrollaron dos importantes eventos relacionados con proyectos de plantas desaladoras, como la 6ª Conferencia y Exposición “Desalinización América Latina 2024” y el Congreso Acades “Nuevas fuentes de Agua para Chile”, los que se realizaron entre el 13 y 14 de marzo, y entre el 20 y 21 de marzo, respectivamente.

Pero, además, en un nuevo hito para el sector minero nacional, y en una ceremonia que contó con la presencia del Presidente de la República, Gabriel Boric, de autoridades y de líderes de la industria, el pasado jueves 21 de marzo, Minera Los Pelambres celebró la puesta en marcha de su proyecto de Infraestructura Complementaria (INCO) que incluye la primera planta desalinizadora en la zona central del país para la minería.

Para conocer sobre la importancia que ha adquirido para la minería nacional el proceso de desalinización de agua de mar durante estos últimos años, Portal Minero conversó con Cristina Pardo de Vera, CEO de R&Q Concesiones e Infraestructura y directora de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades).

Con respecto a los principales temas que se abordaron en la reciente conferencia Acades 2024, la especialista explica que cuando pensaron en el título del congreso “Nuevas fuentes de agua para Chile”, “lo hicimos pensando en generar un espacio de consenso y de conocimiento que involucrara a diversos actores de la sociedad, con la finalidad de crear una Estrategia Nacional de Desalación y de Reúso”.

Agrega que espera que “haya un antes y un después de este congreso”, en el sentido de buscar amplios acuerdos entre el sector público y el privado, en un ambiente de colaboración y de conocimiento estricto para hacer frente al cambio climático

“De esta manera, se enfrentaría de mejor manera la grave crisis hídrica que azota al país que, en algunos casos, la situación es realmente preocupante, como lo que ocurre en la Región de Coquimbo, la que amenaza con racionamientos, detención de actividades productivas e, incluso, de seguridad alimentaria”, advierte.

Nuevos proyectos en construcción

En la actualidad, existen 31 plantas desaladoras en Chile, explica Cristina Pardo. De estas, 24 están operativas, produciendo 9.882 litros/segundo; otras cinco se encuentran en fase de construcción, las que sumarían una capacidad adicional de 6.900 litros/segundo, y al menos, tres han recibido su aprobación ambiental.

En este contexto, el sector minero viene apostado desde hace varios años por nuevos proyectos de plantas desaladoras en sus procesos, lo que representa un paso significativo hacia una minería más responsable desde el punto de vista del buen uso del agua.

“El desarrollo de la desalación y el reúso en la minería ha adquirido unos porcentajes muy admirables y el sector ha sido pionero en estas buenas prácticas. Hablamos que el 85% de la capacidad de desalación instalada en Chile pertenece a la industria minera y en la actualidad reúsa el 74% del agua que utilizan en sus procesos”, precisa.

Asimismo, son cada vez más las empresas mineras que se suman a la construcción de sus propias desaladoras para enfrentar la escasez hídrica.

Según la directora de Acades, en Chile hay cinco plantas desaladoras en construcción o prontas a entrar en operación (Planta Desaladora Collahuasi, Distrito Norte, Expansión Mantoverde, Antofagasta y Aconcagua) y tres con evaluación ambiental aprobada (Distrito Minero Centinela Etapas I y II, Santo Domingo y Atacama).

“Además, hay otras 17 iniciativas en evaluación preliminar, que podrían agregar 23 mil litros/segundo de agua al país. Estas plantas son esenciales para enfrentar la escasez hídrica”, detalla.

Colaboración pública-privada

De acuerdo a la especialista de R&Q Concesiones e Infraestructura, el principal desafío que enfrenta actualmente la construcción de nuevas plantas desaladoras en el país está relacionado con acortar los plazos de tramitación de estos proyectos.

“Lamentablemente, Chile se ha involucrado en la tan llamada y temida ‘permisología’, es decir, en procesos demasiado largos de habilitación o de obtención de permisos”, asegura.

Agrega que cuando un inversionista está evaluando la planificación de un proyecto, en estos momentos puede demorarse entre seis hasta 10 años para el desarrollo final de una planta desaladora. “Por eso es muy importante que a partir de ahora empecemos a tomarnos en serio las certezas jurídicas que requieren estos proyectos y los plazos”, puntualiza.

“Además, todos los expertos coincidimos que la solución definitiva es la colaboración público-privada. Recordemos que en otras décadas esta unión fue muy importante para generar una de las mayores inversiones de este país, como fue el caso de la construcción de carreteras que permitieron a Chile aumentar su calidad de vida y ser un ejemplo en desarrollo de infraestructuras. Ahora esperamos una situación parecida, pero esta vez la prioridad debe ser el agua”, concluye la ejecutiva.

Ver entrevista completa de Cristina Pardo de Vera en el siguiente link.

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