El túnel de Oriente en Antioquia, que conecta a los valles de Aburrá y San Nicolás, se alista para la construcción de su segunda fase, luego de que en 2023 alcanzara el tráfico que tenía previsto lograr hacia 2032.
Es decir, con apenas tres años de operación, llegó a las cifras que tenía proyectadas para la siguiente década.
Ante esto, las autoridades departamentales y la Concesión Túnel Aburrá Oriente -que es de Odinsa y Grupo Argos- avanzan a toda marcha en la estructuración de la segunda fase del megaproyecto.
Así lo dijo Carlos Preciado, gerente de la concesión de la que Odinsa es socio mayoritario, en entrevista con Valora Analitik. El diálogo se dio en el marco del inicio de las obras del intercambiador vial del aeropuerto José María Córdova, este 18 de marzo de 2024.
Eso sí, comenzó diciendo que el trámite para la formulación del proyecto no es sencillo. “Es un proceso largo, que requiere una estructuración similar a la de una vía 4G”, afirmó Preciado.
Así va el megaproyecto de un segundo túnel de Oriente en Antioquia
Aun así, el empresario reveló que lo relacionado con la ingeniería ya cuenta con una aprobación del 100 % de parte de la interventoría.
En estos momentos, agregó, se avanza en la estructuración financiera y la definición del alcance, un proceso que se realiza con la Gobernación de Antioquia.
Cuando culmine esa parte, que espera se dé durante este primer semestre de 2024, se procedería con la firma “del otrosí al contrato de concesión que daría formalmente inicio a las actividades”, en palabras del gerente de la concesión. La construcción tardaría aproximadamente tres años y medio años.
El gerente de la concesión no adelantó cuál sería el costo del segundo túnel de Oriente, pero sí dijo que ya hay estimados que se están discutiendo con la Gobernación.
Aun así, afirmó que se deberá salir “al mercado a buscar los recursos, los que nos tardaría unos ocho o 10 meses, pero se podrán iniciar algunas actividades previas para obras formales”.
FUENTE: VALORA ANALITIK