Después de tocar fondo en el 2023, parece que la desaceleración en la construcción de vivienda podría ceder a lo largo del 2024, pero no así los precios, ya que continuarán con fuertes aumentos en comparación con el año pasado.
La continua demanda habitacional y la escasez de inventarios para cubrir las necesidades de la población, sumado al encarecimiento de los materiales de la construcción y del financiamiento para los desarrolladores, podría disparar hasta 35% el precio promedio de la vivienda este año, según Ignacio Torres, director general de 4S Real Estate.
Un estudio realizado por la firma, en el que se encuestó a desarrolladores inmobiliarios de todo el país, arrojó que las propiedades del segmento económico presentarán un aumento de 28% anual en comparación con el 2023, mientras que los inmuebles premium plus casi duplicarían su valor, con un alza de 46% anual.
“En todos los segmentos se observa un aumento, con un promedio de 35% a nivel general, pero vemos que los productos más pegados a la parte premium plus viene más marcado (el incremento). Conforme aumenta el segmento, los incrementos en el precio por metro cuadrado son mayores”, explicó Torres.
De acuerdo con datos de Sociedad Hipotecaria Federal, de enero a septiembre del 2023, el precio promedio de la vivienda en todo el país tuvo un aumento anual de 11.2% para ubicarse en 1 millón 607,000 pesos; sin embargo, en algunas entidades del país, los incrementos fueron de hasta 17.9 por ciento.
Reactivación de la construcción
La construcción de vivienda formal ha sufrido una desaceleración hasta llegar a mínimos históricos en el 2023. No obstante, los desarrolladores comienzan a reactivar proyectos y, a pesar de los próximos procesos electorales que se llevarán a cabo en los próximos meses, el 2024 se perfila para ser un año de reactivación en la materia.
Según los datos recopilados por 4S Real Estate, todos los segmentos habitacionales tendrán un repunte relevante, entre los que destacan la vivienda residencial plus y premium plus, ambas con una expectativa de crecimiento de 27% anual respecto al 2023.
Mientras tanto, la producción de unidades de los rubros social, económico y medio —los más afectados en los últimos años—, presentarán aumentos de 17%, 21% y 26% en su comparación anual, respectivamente.
“El año pasado, los principales retos fueron el aumento en los costos de construcción y en el costo financiero por las altas tasas de interés, así como la gestión legal y la disminución de ventas ligada a la disminución del poder adquisitivo. Son factores externos económicos que complican el sector inmobiliario en México, porque no se pueden controlar”, mencionó Torres.
No obstante, el experto agregó que la percepción de la industria inmobiliaria es positiva para este 2024, ya que 63% de los encuestados considera que el sector tendrá crecimiento entre moderado y fuerte; en cambio, solo 15% prevé una contracción.
Requerimientos para la reactivación
Para una tercera parte de los desarrolladores inmobiliarios entrevistados por 4S Real Estate, los factores que requiere el mercado para detonar el mercado de bienes raíces en México son, en primer lugar, más y mejor infraestructura, así como la creación de planes urbanos de desarrollo a largo plazo que permitan densificar los centros de las ciudades para impulsar la vivienda vertical.
Así mismo, 20% afirmó que es necesaria la creación, gestión y simplificación de las regulaciones para los trámites y permisos que, en palabras de Torres, “se han vuelto un dolor de cabeza en ciertas ciudades del país”.
“Tenemos claro cuáles son las necesidades del mundo inmobiliario: infraestructura, planes claros y bien hechos para las ciudades, todo ligado a mejores regulaciones para que el mercado sea más dinámico. Ciudades que en este último año han estado completamente paralizadas por estos factores, podemos mencionar muchas, como la Ciudad de México y Monterrey, en donde los cambios de regulación, prácticamente, han paralizado al sector”, remarcó el experto.