La actividad minera no es ajena a la incertidumbre económica del país, especialmente cuando el Gobierno Nacional trazó políticas para no solo incentivar la incipiente operación de minerales como el cobre, oro, níquel y zinc, sino que además está desestimulando la extracción de carbón, producto que ocupa el primer renglón en las exportaciones de la nación.
Sin embargo, este commodity sigue sacando la cara por la producción y operación minera del país. Así lo aseguró la Asociación Colombiana de Minería, ACM, gremio que proyecta un cierre de 2023 con una producción de carbón de 71,9 millones de toneladas, lo que representaría un crecimiento de 10% en relación con el año pasado, cuando fueron 64,9 millones de toneladas.
“El mundo necesita los minerales de Colombia y el carbón se fortalece como el principal producto de exportación”, explicó Juan Camilo Nariño, presidente ejecutivo de la ACM. Datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, indican que en el último año Turquía fue el principal comprador de carbón colombiano, con 19% de las ventas; y le sigue Países Bajos, con 17%.
El gremio indicó que en el caso del oro, se proyecta al cierre de 2023 una producción de 1,7 millones de onzas troy, un alza considerable frente a las 1,35 millones de 2022. Sin embargo, Nariño dejó en claro que este repunte se debería al incremento de la producción de minería informal, mientras que la legal y formal decrecería. “Esto es un efecto directo de los entornos de minería ilegal y los actos violentos, algunos terroristas, que están haciendo contra la minería legal del país”, advirtió el líder gremial.
Registros del Dane revelan que Estados Unidos, con 34%; e Italia, con 15%, son los dos países que más demandan del metal precioso colombiano.
