Se estima que el consumo promedio de energía de un hogar en Colombia varía entre los 150 y 300 kilovatios por hora al mes, indicador que podría mejorarse mediante un uso consciente y responsable de este recurso: usando la eficiencia energética, pero ¿cómo?
La eficiencia energética se alimenta de acciones puntuales que pueden tenerse en cuenta en hogares y/o viviendas, oficinas y establecimientos comerciales o públicos para hacer un mejor uso de los recursos y servicios públicos, sobre todo, en tiempos complejos como un Fenómeno de El Niño.
Es clave tener en cuenta que los consumidores pueden anticiparse y revisar las etiquetas de eficiencia energética a la hora de comprar electrodomésticos, contribuyendo así en el cuidado del planeta, incluso, cuidando del bolsillo con el ahorro de servicios públicos.
Funciones, características, diseño y precio son algunos de los factores más tenidos en cuenta por la población a la hora de comprar un electrodoméstico.
Sin embargo, una de las referencias que debería tenerse en cuenta es la etiqueta de eficiencia energética; este distintivo, presente en la gran mayoría de electrodomésticos, permite a los consumidores identificar qué tanta electricidad y agua consumen, así como qué tanto ruido producen durante su funcionamiento.
“Los consumidores y las industrias son cada vez más conscientes sobre la importancia del cuidado del planeta, mediante la reducción o el uso eficiente de los recursos energéticos”, indicó Natalia Aguirre, directora de mercadeo de Alkomprar.
Agregó que “por esta razón, encontramos productos cada vez más innovadores y sostenibles, que no solo tienen un impacto positivo en el medioambiente, sino que también pueden representar un menor gasto económico”.
Según Aguirre, el porcentaje de energía más alto que se consume en los hogares corresponde al uso de los electrodomésticos, por eso es importante conocer e interpretar distintivos como su etiquetado.