Después de un declive en la pandemia de Covid-19, el desarrollo de las megaobras del gobierno federal (como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas en Tabasco) han sido un impulso para sacar del bache al sector de la construcción; sin embargo, especialistas prevén que el dinamismo podría perderse con la culminación de los proyectos prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador durante el 2023.
De acuerdo con el informe “Situación inmobiliaria”, elaborado por BBVA México, al cierre del segundo trimestre del 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector de la construcción acumuló 1.4 billones de pesos, es decir, un crecimiento anual de 10.5%, superior al del PIB nacional (3.7%).
Carlos Serrano, economista jefe de BBVA, explicó que dicho comportamiento se atribuye a un incremento de 78% por parte del subsector de obra civil, cuyo dinamismo se aceleró para la finalización de las obras emblemáticas; además de un aumento de casi 20% en el gasto en obra pública para el 2023.
“Estimamos que este año el sector de la construcción habrá crecido 12% anual, una cifra muy significativa, pero también se anticipa una contracción en el 2024 debido a la baja en la obra civil, con tasas cercanas a 0% de crecimiento”, comentó el especialista.
Menos inversión en obra pública
Para el 2023, el gobierno federal asignó un presupuesto de 852,000 millones de pesos para la construcción de obra pública, monto 19% superior al 2022. Dichos recursos son especialmente destinados a la conclusión de los trabajos relacionados con las megaobras en el sur-sureste de México.
No obstante, el gasto en este rubro tendrá un recorte de 29.8% en términos reales para el último año del sexenio, al colocarse en los 605,000 millones de pesos.
“Podemos anticipar una caída muy significativa en la obra civil, que traerá una desaceleración más brusca en el sector, aunque la edificación podría crecer más. Esto no es de sorprender a nadie dada la propuesta de recorte que vemos en el presupuesto”, agregó Serrano.
Sin impacto real en el PIB estatal
Samuel Vázquez, economista principal de BBVA, compartió que, a largo plazo, la inversión en obra pública no ha tenido un efecto significativo en el sector de la construcción a nivel estatal.
Al tomar una muestra de las siete entidades de la República que concentran 75% de los recursos (entre ellos, Ciudad de México y Tabasco), sólo 13% del PIB de la industria estaría explicado por el gasto en infraestructura pública.
“Siendo más estrictos en la medición, los recursos no explican el PIB a nivel estatal”, aseguró.
El experto aclaró que esto se limita a medir el efecto directamente en la actividad de la construcción a nivel estatal, aunque la infraestructura que se generó podría tener un impacto positivo en otros sectores como el energético o transportes.
“A pesar de que la aportación del gasto en obra pública el PIB de la construcción estatal es nulo estadísticamente; el empleo formal privado en este sector sí resulta significativo a nivel estatal”, apuntó Vázquez.