Los países amazónicos decidieron este martes lanzar una alianza regional para combatir la deforestación, con el objetivo de evitar que la mayor selva tropical del planeta alcance “un punto de no retorno”.
Ocho países de la Amazonía, reunidos en una cumbre en la ciudad brasileña de Belém, acordaron en una declaración “establecer la Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación”, además de reforzar su cooperación contra el crimen organizado en la región y de fomento al desarrollo sustentable.
Esta alianza trabajará para la consecución de las metas nacionales de deforestación de cada país, como la de Brasil, que prevé acabar con esa lacra en 2030, según acordaron los miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silvia, recibió a los mandatarios de Colombia, Gustavo Petro; de Bolivia, Luis Arce; de Perú, Dina Boluarte; así como el primer ministro de Guyana, Mark Phillips, y la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez.
Ecuador y Surinam fueron representados por sus cancilleres.
El documento no establece metas conjuntas de deforestación, como era la expectativa de expertos y de la sociedad civil.
Sin embargo, hubo “consenso” y se trató de “la mayor reunión presidencial sobre la Amazonía” hasta el momento, afirmó el canciller brasileño, Mauro Vieira, tras el primer día de la cumbre.
“Nunca fue tan urgente retomar y ampliar nuestra cooperación”, dijo el presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país alberga el 60% de la Amazonía.
Considerada durante años el pulmón del planeta, la Amazonía se encamina según los científicos a un punto de no retorno, a partir del cual pasará a emitir más carbono del que absorbe, agravando el cambio climático.