A través de un comunicado institucional, Petroperú anunció la adjudicación del servicio de tasación comercial de inmuebles prescindibles a la empresa Plus Tasa S.A.C.. Esta medida permitirá que la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) continúe con el proceso de venta de activos no estratégicos de la petrolera estatal, sin incluir el edificio central ubicado en San Isidro.
La decisión se enmarca en el plan de optimización patrimonial impulsado desde la gestión del expresidente de Petroperú, Alejandro Narváez, quien suscribió un convenio interinstitucional con ProInversión. El objetivo principal es reducir las cargas improductivas, optimizar el uso de los bienes y concentrar los esfuerzos de la empresa en activos estratégicos que contribuyan a su sostenibilidad financiera. “Son activos que pueden valer 10 millones algunos o 20 millones otros. Eso dependerá del tasador y del comprador final”, señaló Narváez en declaraciones previas a la prensa.
De acuerdo con la compañía, el servicio adjudicado permitirá determinar el valor comercial y el precio de venta de 55 propiedades distribuidas en las regiones de Áncash, Huánuco, Lambayeque, Lima, Loreto, Pasco, Piura, Tumbes y Ucayali. Estos bienes forman parte del paquete de activos que serán gestionados por ProInversión para su eventual venta en el mercado.
Aunque aún no se ha publicado el listado definitivo, Petroperú ya había adelantado a fines de 2024 una relación preliminar que incluía 10 inmuebles desocupados y de libre disponibilidad. Entre ellos destacan la Casona El Olivar en San Isidro (2.230 m²), la Casa Paillardelle también en San Isidro (243 m²) y la Casa Chimbote (483 m²), además de otros predios menores ubicados en diferentes regiones del país.
Asimismo, se identificaron cuatro activos con situaciones de ocupación pendientes de regularizar, como el terreno Rímac (3.000 m²), actualmente en proceso de venta a asociaciones de floristas; el Lote III en Iquitos (10.052 m²) y el predio La Boca en Yurimaguas (4.360 m²), ambos ocupados por asentamientos humanos; y el Fundo Rosario, también en Yurimaguas (3.762,2 m²), cuya superficie presenta zonas inundables. “De los 55 activos, solo 33 pasarán finalmente por ProInversión. Las gestiones anteriores no habían tomado con seriedad la necesidad de ordenar este portafolio”, precisó Narváez.
La venta de estos activos se enmarca en el Decreto de Urgencia N° 013-2024, que establece medidas para fortalecer la sostenibilidad financiera de Petroperú. En su artículo 6, el dispositivo dispone que ProInversión asuma la enajenación y disposición de los bienes inmobiliarios prescindibles, garantizando transparencia y eficiencia en el proceso.
Por otro lado, la situación interna de la petrolera continúa en un punto crítico. Pese a los anuncios de la ministra de Economía, Denisse Miralles, sobre una inminente renovación total del directorio de Petroperú, esta aún no se concreta. La funcionaria explicó que la selección de los nuevos integrantes se ha demorado para garantizar que estén alineados con la visión de la actual gestión. En paralelo, el proceso de reestructuración avanza con dificultades: el concurso público para elegir al Chief Transformation Officer (CTO) fue declarado desierto, y se prevé una segunda convocatoria para mediados de noviembre.


