El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, confirmó que las intervenciones del Aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla -que vienen avanzando a ritmo lento- tardarían aún unos meses más.
“Muy poco se sabe, pero lo que sabemos es que hay un contrato que no ha culminado y que parece que tiene algunas dificultades en su desarrollo. Sin embargo, estamos en algo así del 85 % de avance. O sea que ya estamos en la etapa final. Yo creo que no le faltan más de seis meses”, afirmó el funcionario.
A partir del 1 de septiembre de 2024, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) tomó la operación y mantenimiento del aeropuerto de Barranquilla, y, desde ese entonces, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) inició la etapa de liquidación del antiguo contrato de concesión.
Verano de la Rosa reiteró que hasta ahora no se ha cumplido el itinerario y que esto ocasiona las quejas de la gente por la incomodidad que hoy representa el aeropuerto.
“Yo creo que la Aeronáutica Civil debe tomar ya la decisión correspondiente de jalonar el proyecto para que tenga un final feliz porque el aeropuerto está muy incómodo”, dijo.
Justamente, hace pocos días se anunció que la Sociedad de Ingenieros del Atlántico y el Comité de Vigilancia realizará este mes una nueva inspección para conocer el avance de las obras. Vale mencionar que las intervenciones contratadas por la Aerocivil deberían concluir a mediados de 2026.
¿Qué hace falta en el Aeropuerto de Barranquilla?
El aeropuerto de Barranquilla, de acuerdo con el gobernador, tiene dos cosas que funcionan bien: la parte técnica y la parte de pistas.
“Tenemos la mejor pista del país, además de que estamos en la mejor ubicación para aeropuerto. Aquí es el sitio ideal para despegar para Europa porque es donde más pueden echarle gasolina al avión y pueden cargar más y, por lo tanto, pueden haber más horas de vuelo. Entonces, eso son unas ventajas enormes que tiene Barranquilla”, dijo.
No obstante, aún “no se han terminado las áreas de manejo de maletería y los salones para los pasajeros son pocos, no son suficientes, son incómodos”, por lo que se convierten en unos de los problemas principales.
“Es una realidad que el aeropuerto no fue diseñado generosamente, como lo querían los barranquilleros, como un aeropuerto grande internacional. Entonces, como está hoy sigue siendo un aeropuerto pequeño que definitivamente no corresponde a un aeropuerto internacional”, finalizó.


