El oro ha experimentado un notable incremento del 24% en lo que va del año, impulsado principalmente por una mayor demanda de los bancos centrales en un contexto de tensiones geopolíticas e incertidumbre económica, lo que ha reforzado su papel como activo de reserva, según un informe de Credicorp Capital. Esta valorización se ha dado sin alteraciones significativas en la oferta del metal, destacando la constante demanda de un grupo específico de bancos centrales.
El informe subraya que estos bancos, frente al aumento de las tensiones geopolíticas y la desaceleración de la productividad global, han reafirmado al oro como uno de los activos más confiables para respaldar sus reservas. Este panorama ha contribuido a un aumento sostenido de la demanda en el mercado de metales preciosos, con el oro destacándose como refugio ante la incertidumbre.
Credicorp Capital advierte, sin embargo, que aunque los factores que impulsan la demanda de oro pueden persistir en el mediano plazo, los inversionistas deben ser cautelosos respecto a posibles riesgos de mercado. La fuerte valorización observada este año puede abrir la puerta a correcciones en el precio, lo que podría ser una oportunidad para diversificar los portafolios de inversión, considerando la complejidad del entorno económico global.
A finales de octubre, el precio de la onza troy de oro superó temporalmente los 2,750 dólares, alcanzando una valorización del 30% en el año. Este aumento ocurrió después de un periodo de nueve meses de crecimiento sostenido, lo que generó expectativas de nuevos máximos. Sin embargo, los expertos sugieren que un análisis más detallado, tomando en cuenta la inflación y el Índice de Precios al Consumidor (IPC), puede ofrecer una perspectiva más precisa sobre el verdadero comportamiento del oro.
Aunque el repunte de los precios es significativo, al ajustar la cotización por la inflación, se concluye que el oro aún no ha alcanzado un nuevo máximo histórico. En términos reales, el precio del oro ha tocado un importante nivel de resistencia, similar al de dos ocasiones previas (1980 y 2011), lo que sugiere que el actual ciclo de precios podría enfrentar desafíos para superar este umbral en el corto plazo.
Las tensiones internacionales, como las persistentes disputas geopolíticas y los resultados de las elecciones en EE.UU., siguen influyendo en la cotización del oro. Estos eventos refuerzan la relevancia de observar la cotización ajustada por inflación, lo que ayuda a tomar decisiones informadas sobre la diversificación de portafolios.
Uno de los factores menos discutidos que ha influido en el comportamiento reciente del oro es la entrada en vigor de los acuerdos de Basilea III. Según Credicorp Capital, estos acuerdos no solo buscan fortalecer los estándares regulatorios en el sector bancario, sino también moderar la especulación en los mercados de derivados, especialmente aquellos que tienen al oro como activo subyacente. Esta normativa también podría influir en la demanda de oro como activo de reserva, al generar mayor transparencia en las operaciones financieras.
La más reciente encuesta realizada por el World Gold Council (WGC) entre bancos centrales refleja un creciente interés por parte de las autoridades monetarias en las características monetarias del oro. Aunque se espera un aumento moderado en las reservas de oro de estos bancos, no se anticipa una sustitución completa del dólar estadounidense en el sistema financiero global. Esto refuerza la idea de que el oro sigue siendo visto como un activo complementario y no como un reemplazo total de las monedas fiduciarias.
A pesar de este panorama, Credicorp Capital enfatiza que la consolidación de nuevos bloques económicos y la complejidad del escenario internacional mantendrán vigente la demanda de oro como activo de reserva. Sin embargo, los inversionistas deben ser conscientes de los riesgos de mercado derivados de la fuerte valorización observada en 2024, lo que podría generar volatilidad en el precio del oro.
Finalmente, para los inversionistas con el perfil adecuado de riesgo, las correcciones potenciales en el precio del oro podrían representar una oportunidad para diversificar sus portafolios, maximizando el rendimiento de sus inversiones mientras gestionan los riesgos asociados con la volatilidad del mercado de metales preciosos.
