Desde el 05 de agosto de este año, las empresas que califiquen como Consumidores con Capacidad de Gestión de Energía o CCGE, tendrán un plazo de 12 meses para implementar su Sistema de Gestión de Energía (SGE) que cubra al menos un 80% de su consumo energético total, que incluya políticas, metas, planes de acción e indicadores de desempeño energético, designar un gestor energético y tener sistemas de medición y verificación.
Frente a este contexto normativo, y también con el objetivo de posicionar a la eficiencia energética como una alternativa viable para hacer frente a la constante alza de las tarifas eléctricas, es que Fundación Chile, Anesco Chile y la Agencia de Sostenibilidad Energética, con el apoyo del Ministerio de Energía, organizaron el seminario “Eficiencia energética para una industria carbono neutral”, que proporcionó un espacio de encuentro entre el sector productivo y las empresas de servicios energéticos (ESCO), con el fin de fomentar el conocimiento de las oportunidades existentes en eficiencia energética para la creación de una industria carbono neutral.
El encuentro contó con la participación de Brian Motherway, Jefe de Eficiencia Energética y Transición Inclusiva de la International Energy Agency (IEA), quien hizo un análisis desde la mirada internacional, del contexto económico y ambiental para el desarrollo de EE y su impacto en la carbono neutralidad; y la presencia de destacados representantes sectoriales.
Susana Jiménez, vicepresidenta de la Conferederación de la Producción y del Comercio, destacó durante la jornada que “la aprobación de la ley en febrero del 2021 y la elaboración del primer Plan Nacional de Eficiencia Energética representan un primer paso para generar un marco común y establecer metas a nivel país. Pero el gran desafío es el que enfrentamos desde los últimos dos años y hacia adelante, en el que se deben materializar acciones concretas que nos acerquen hacia la meta de ser un país carbono neutral al 2050. Cada vez son más las empresas en Chile que están poniendo a las personas en el centro de sus decisiones, actuando con transparencia, midiendo sus impactos sociales y ambientales y buscando la mejora continua para hacer un real aporte al desarrollo sostenible de la sociedad. Sin duda, la eficiencia energética puede ser también un catalizador para impulsar la productividad y mejorar la calidad de vida de los chilenos”.
En esta misma línea, Ignacio Santelices, gerente de Sustentabilidad de Fundación Chile explicó que, en este contexto, y considerando que el mercado industrial y energético chileno está liderado fuertemente por el sector privado, “las acciones que tomen las empresas en el marco de la Ley de Eficiencia Energética brindan una oportunidad única para dar un salto en productividad. Una productividad que permita impulsar un mayor crecimiento económico y que, a la vez, sea más sostenible en términos ambientales y sociales. En este sentido, es clave porder generar espacios de encuentro, donde los actores del ecosistema puedan ver de forma concreta cómo la eficiencia energética es una herramienta clave para avanzar en la transición energética y también para enfrentar la contingencia de precios altos, pues no hay energía más barata que la que no se consume”.
Por su parte, Roxana Silva, presidenta de Anesco Chile, agregó que es fundamental compartir experiencias y tecnologías disponibles y probadas en eficiencia energética y autoconsumo para abordar la asimetría de información aún existente en la industria. “Este tipo de encuentros busca fomentar el conocimiento y la implementación de soluciones innovadoras que contribuyan a la sostenibilidad y la eficiencia en diferentes sectores empresariales. Siempre hemos postulado que el usuario de energía tiene un rol fundamental en la transición, en la carbono-neutralidad y que depende de él, el poder avanzar con mayor fuerza. Todas las herramientas disponibles van en la línea de modernizarlas como también apoyarlas a enfrentar el contexto de mayor presión por temas de precios, por ejemplo, desde las auditorías energéticas, mejora de tecnología de equipos e implementación de sistemas de gestión energética, entre otras”.
Finalmente, Rosa Riquelme, directora ejecutiva de la Agencia de Sostenibilidad Energética, destacó que la implementación de medidas de eficiencia energética puede incrementar la competitividad de las empresas y es una herramienta concreta que no sólo permite contribuir a los objetivos de sostenibilidad global, sino que también trae beneficios a la industria. “Entre los múltiples beneficios está, por ejemplo, la reducción de costos, lo que se ve reflejado de manera directa en los estados de resultados de las empresas que implementan estas medias y que las sistematizan a través de Sistemas de Gestión de la Energía, siendo así más productivas de la mano con lo que se establece en el Plan de Acción de Eficiencia Energética y la Ley de Eficiencia Energética. Pero además mejoran su competitividad a nivel local e internacional, ya que reducen su huella de carbono desde el uso eficiente de la energía, agregando valor a su oferta”.
Algunas de las aplicaciones y casos de éxito presentados durante la jornada, fueron “Integración de tecnologías de eficiencia energética y descarbonización con modelo ESCO”, desarrollada por GasValpo; “Gestión de gases no condensables en refrigeración industrial para lograr las metas de carbono neutralidad” de Danfoss; “Experiencia en plataforma de eficiencia operacional” a cargo de EClariti; “App y platforma de gestión de cargadores de electromovilidad” presentado por EHive; “Tecnología de control y monitoreo” de Clickie; “Implementación de mejoras energéticas, hídricas y emisiones en la agroindustria bajo metodología ISO 50.001” de Gasco; e “Implementación de modelo ESCO” desarrollado por Energy Tracking y el Hotel Mandarin Oriental de Santiago.
Asimismo, para profundizar en la reflexión sobre los desafíos y beneficios de la incorporación de eficiencia energética en la industria, se desarrolló un panel de conversación donde participaron actores de distintos sectores productivos: Marcos Cid, gerente de energía de Teck Resources Chile; Juan Carlos Sepúlveda, gerente general de Fedefruta, Marcel Silva, jefe de unidad de sectores productivos del Ministerio de Energía y Roxana Silva, presidenta de Anesco Chile.