Con una inversión de 10 millones de dólares, el vicepresidente ejecutivo de Enami, Iván Mlynarz, dio cuenta en Copiapó de los avances del proyecto de litio Salares Altoandinos que ha desplegado la estatal y los beneficios concretos que tendrá para la Región de Atacama.
“La campaña que estamos realizando hoy en Atacama, en la comuna de Diego de Almagro, nos permiten demostrar que la Estrategia Nacional del Litio está funcionando, la Enami está invirtiendo y estamos acelerando el máximo posible para tener un proyecto que vaya en beneficio de la Enami, de Atacama y de todos los chilenos”, aseguró el VPE de la estatal.
Mlynarz detalló el trabajo que la Enami ha desarrollado fundamentalmente en la zona de los salares Aguilar y La Isla, y que hoy se encuentra en etapa de exploración básica, con sondajes para sacar muestras del terreno, en una zona de alto potencial. “Las estimaciones actuales que nosotros tenemos es que éste sería entre el cuarto o quinto proyecto más interesante en América del Sur, con respecto a la cantidad de litio”, remarcó.
Además, en materia de costos, Salares Altoandinos también aparece como un proyecto altamente competitivo. “Estamos hablando que tendríamos costos inferiores a los que hoy tienen los proyectos de Argentina, y estaríamos de alguna manera compitiendo, en volúmenes con cualquiera de los proyectos que hoy día se están activando en el país vecino”, sostuvo el máximo ejecutivo de Enami.
A esto se suman otras ventajas importantes, como la búsqueda de una nueva tecnología de extracción directa, que permitirá una producción más eficiente y sustentable, a diferencia del método tradicional de piscinas de evaporación.
En cuanto a las proyecciones en materia de empleo que generaría este proyecto en Atacama, Mlynarz sostuvo que las estimaciones indican que se podrían crear entre mil y dos mil puestos de trabajo en la etapa de construcción. Y al mismo tiempo, el proyecto cuenta con externalidades importantes, como la posibilidad de potenciar áreas como el turismo, otra de las industrias claves de la región.
La campaña de exploración termina en el mes de junio, y luego viene el trabajo para establecer los recursos que contienen los salares, mientras estará en marcha un proceso de búsqueda de socios para establecer una alianza público-privada para el proyecto.
“El interés que hay respecto de este proyecto es muy llamativo y a medida que tengamos mayor inversión irá creciendo. En mayo se abrirá una iniciativa internacional para que las empresas interesadas en participar en el proyecto y en el consorcio se preclasifiquen en un proceso abierto, competitivo y justo y que también tenga las mejores externalidades para la región y para el país”, indicó.
De acuerdo con ese cronograma, Mlynarz detalló que “con el socio arriba de la mesa, en 3 ó 4 años el proyecto podría estar funcionando. Eso significa que vamos en línea con lo que la Estrategia Nacional del Litio plantea, que es agregar nuevo litio en torno al año 2030″.