Caída en la compra de vivienda estaría impulsando considerablemente el arriendo

Durante el Congreso Colombiano de la Construcción, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), a través de su sistema de información, Coordenada Urbana, reveló que entre enero y septiembre del presente año se registró una reducción de ventas de 92 mil viviendas, de las cuales 73 mil corresponden a viviendas de interés social (VIS).

Esta situación no solo afecta a las constructoras, sino también a los millones de propietarios que mantienen sus propiedades en venta, generando gastos continuos. En un contexto en el que las ventas de viviendas en Colombia han experimentado una dramática disminución del 48 %, el mercado de alquiler se perfila como una tendencia en crecimiento.

De hecho, durante el evento el presidente de Camacol, Guillermo Herrera, le propuso una serie de medidas al Gobierno nacional, para reactivar al sector de la construcción. Pero mientras eso ocurre, los colombianos siguen optando por el arriendo, como medida para tener un techo donde vivir.

La Cámara de la Construcción estima que más del 47 % de los hogares urbanos optan por el arriendo como alternativa de vivienda, cifra que se incrementa a más de la mitad de la población en ciudades como Bogotá y Medellín.

Laura Camargo, CEO y cofundadora de la firma inmobiliaria Brikss, explica que el arrendamiento se ha convertido en una alternativa atractiva para solventar los gastos de mantenimiento y otros gastos, brindando ingresos constantes y flexibilidad a los propietarios.

“Las propiedades desocupadas conllevan gastos continuos, como mantenimiento, administraciones, impuestos, servicios, entre otras cosas, que a largo plazo podrían erosionar los beneficios de la inversión en propiedades. De esta forma, el arriendo se vuelve una gran alternativa en la coyuntura actual para solventar los gastos que se tengan y rentabilizar el espacio mientras la situación macroeconómica se normaliza”.

Camargo les recomienda a los propietarios entender el valor promedio de arriendo en su zona y considerar que a pesar de no cobrar lo esperado, el alquiler va a proporcionar una fuente constante de ingresos. Es importante agregar que a medida que el tiempo avanza, los inmuebles tienden a valorizarse, lo que significa que los dueños pueden obtener un margen de ganancia, que puede ser significativo al venderla.

“El arriendo es una renta recurrente y estable, que ofrece un amplio espectro de clientes, con diferentes posibilidades de negocio, puesto que no habría que olvidar que varios estudios han demostrado que las nuevas generaciones prefieren pagar un arriendo que acceder a un crédito hipotecario, generando así una alta demanda de diferentes tipos de inmuebles usados”, detalló la experta.

¿Qué pasará con el sector de la construcción?

En medio de un panorama desafiante en el sector de la construcción y venta de viviendas, los gremios y empresas han buscado alternativas para reactivar estas actividades. Para esto, Camacol hizo una serie de recomendaciones, como: establecer una cobertura temporal a la tasa de interés, abarcando los primeros “dos o tres años” en los que se prevé que se ajustarán las tasas, lo que podría impulsar la capacidad de compra de los hogares y estimular temporalmente la economía.

El programa de Mi Casa Ya también ha sido uno de los causantes del frenazo en la construcción, por lo que sugirió que se agilizara el proceso, pues se ha notado una disminución en la asignación de estos subsidios.

“De los 135.000 hogares que fueron beneficiarios de subsidio entre el año 2021 y en el año 2022, encontramos que 66 mil hogares que habían entrado con el esquema anterior tenían Sisbén”, destacó Herrera.

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