Osisko se reorganiza: cede proyecto San Antonio en Sonora y conserva vínculo con nueva operadora

La compañía canadiense Osisko Development anunció la venta de su proyecto aurífero San Antonio, ubicado en Sonora, México, a Axo Copper, una subsidiaria de la firma en exploración Doré Copper Mining Corp., en una operación pactada a través de un canje accionario.

La transacción, oficialmente dada a conocer el 21 de noviembre de 2025, incluye el traspaso de Sapuchi Minera, empresa filial mexicana de Osisko y titular de las concesiones de San Antonio. A cambio, Osisko recibirá aproximadamente 15.3 millones de acciones ordinarias de Axo Copper, equivalentes a un 9.99 % de participación en la compañía resultante. Además de esta participación, se establecieron pagos contingentes por cumplimiento de hitos técnicos y operativos vinculados al desarrollo del proyecto.

La operación no responde a una salida total del mercado mexicano, sino a una estrategia de reestructuración. Según declaraciones de Sean Roosen, CEO de Osisko Development, San Antonio “no se considera un activo material dentro del portafolio de la empresa”. La venta permite a Osisko enfocar recursos y capacidades de gestión en sus proyectos prioritarios en Norteamérica, particularmente en Cariboo (Columbia Británica) y Tintic (Utah), sin desvincularse por completo del potencial futuro de San Antonio.

Axo Copper, por su parte, asume la titularidad del proyecto con el objetivo de avanzar en su desarrollo, lo que implicaría nuevas campañas de exploración y eventualmente reiniciar operaciones de producción. La compañía ya ha manifestado su interés en consolidarse como un actor relevante en el sector aurífero del noroeste mexicano, región históricamente rica en recursos minerales y con infraestructura consolidada para la actividad minera.

Entre los términos financieros adicionales del acuerdo destaca un pago de 2 millones de dólares (en efectivo o acciones) a favor de Osisko cuando se complete un estudio de prefactibilidad conforme al estándar NI 43-101, y un pago adicional de otros 2 millones de dólares tras el primer vertido de oro. También se pactó un mecanismo de antidilución que permitirá a Osisko mantener su 9.99 % de participación si Axo Copper realiza una ampliación de capital igual o superior a los 10 millones de dólares.

La venta también incluye una cláusula sobre la devolución de impuestos en México. En caso de que Sapuchi Minera reciba una devolución de IVA posterior al cierre, Osisko tendrá derecho al 70 % de ese monto, fortaleciendo así los beneficios económicos a mediano plazo para la firma vendedora.

Este tipo de operaciones refleja una tendencia creciente en la industria minera global, donde las compañías reestructuran sus portafolios para concentrarse en activos de mayor escala o más avanzados en términos de desarrollo. Al mismo tiempo, abre espacio a nuevos actores que asumen el desarrollo de proyectos con alto potencial, como es el caso de Axo Copper en San Antonio.

La venta se da en un momento donde la minería mexicana enfrenta una combinación de retos regulatorios y oportunidades geológicas. Sonora, en particular, sigue siendo uno de los estados con mayor dinamismo en materia minera, tanto en metales preciosos como en cobre y litio. La transición de control del proyecto San Antonio representa, por tanto, una señal positiva sobre la continuidad de inversiones en el sector, pese a ajustes recientes en la política minera federal.

Desde una perspectiva económica, la entrada de Axo Copper al proyecto podría significar una reactivación del sitio, lo que traería beneficios en generación de empleos, contratación de proveedores locales y recaudación fiscal. Cabe recordar que el proyecto se encontraba inactivo desde fines de 2023, lo que había generado inquietudes sobre su viabilidad a largo plazo.

El modelo de venta utilizado por Osisko también es relevante: en lugar de una desinversión total, la compañía retiene una participación que le permite mantener exposición a la posible valorización futura del activo, con un menor compromiso operativo. Este enfoque puede ser replicado por otras compañías con activos en regiones donde desean mantener presencia sin asumir directamente el riesgo de desarrollo.

En cuanto al nuevo operador, Axo Copper enfrentará ahora el desafío de actualizar estudios técnicos, obtener permisos y posiblemente negociar acuerdos comunitarios si desea avanzar hacia la producción. El respaldo accionario de Osisko puede aportar confianza a potenciales inversionistas y facilitar la obtención de financiamiento.

La industria minera mexicana ha tenido un 2025 marcado por ajustes regulatorios, tensiones con comunidades y debates sobre soberanía de los recursos. En este contexto, operaciones como la anunciada entre Osisko y Axo muestran que el capital internacional sigue interesado en proyectos viables y que existen mecanismos para asegurar continuidad sin que ello implique retiros abruptos o pérdida de valor para los inversionistas.

La minera canadiense, al mantener su participación en Axo, envía un mensaje claro: confía en el potencial del proyecto San Antonio y en la capacidad del nuevo operador para llevarlo adelante. Para México, representa una oportunidad de consolidar proyectos maduros, atraer nuevas inversiones y diversificar su producción aurífera más allá de los grandes consorcios.

El cierre definitivo de la operación está sujeto a condiciones regulatorias y aprobaciones de mercado, y se espera que ocurra en el primer trimestre de 2026.

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