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Según la Agencia Internacional de Energía (IEA, 2022), el sector de los edificios representa el 30% del consumo final de energía y el 26% de las emisiones globales relacionadas con la energía. Esto subraya la necesidad de adoptar tecnologías que permitan un control activo del consumo y una optimización continua de los recursos. Frente a este contexto, la digitalización del sector inmobiliario se ha convertido en una herramienta clave para reducir costos operativos, mejorar el confort y cumplir con estándares ambientales, incluso en edificaciones pequeñas y medianas. Este proceso ha sido acelerado por la expansión del modelo Software as a Service (SaaS), que permite acceder a soluciones avanzadas sin inversiones iniciales elevadas ni infraestructura física compleja. “Cuando hablamos de plataformas IoT y SaaS nos referimos a un cambio de paradigma: pasar de un modelo de inversión en capital (Capex) a uno de gasto operativo (Opex), con costos controlados, menor complejidad y mayor flexibilidad”, explica Álvaro Olarte, jefe de producto Digital Building en Schneider Electric. El modelo SaaS permite que las empresas multisite -como cadenas de retail, clínicas, restaurantes o colegios- centralicen datos, optimicen operaciones y escalen soluciones con rapidez. A diferencia de los sistemas tradicionales, estas plataformas funcionan por suscripción anual, se actualizan automáticamente y están disponibles desde cualquier dispositivo con conexión a internet. Y es que según cifras de IMARC Group (2024), el mercado de SaaS en América Latina alcanzó los US$ 19.180 millones en 2024 y se espera que supere los US$ 66.000 millones para 2033. En paralelo, el mercado regional de edificios inteligentes llegó a los US$ 5,73 mil millones y crecerá a un ritmo del 12,5% anual hasta 2034. En este escenario, Schneider Electric lanzó EcoStruxure Building Activate, una plataforma IoT abierta, inalámbrica y plug-and-play que permite monitorear, controlar y optimizar el consumo energético en tiempo real. Diseñada para edificaciones pequeñas y medianas -como farmacias, colegios, cafeterías o edificios municipales-, esta solución facilita la digitalización energética sin necesidad de personal técnico especializado ni infraestructura compleja. “Nuestra solución colaborativa de IoT tiene una arquitectura escalable, segura y global, capaz de conectar hardware, software y servicios para maximizar la eficiencia, mejorar el confort y aumentar el valor del edificio”, destaca Olarte. Los beneficios son claros: hasta un 70% de ahorro en costos de implementación, un retorno estimado en menos de dos años y una reducción de hasta un 60% en emisiones operativas de carbono, según el tipo de instalación y uso. Y es que más allá del ahorro, la digitalización permite mejorar la calidad de vida de quienes habitan estos espacios. Al automatizar variables críticas como la climatización, ventilación o iluminación, los edificios se vuelven más saludables, sostenibles y preparados para los desafíos futuros. |

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Este convenio busca eliminar la doble carga impositiva y fortalecer el intercambio comercial entre ambos países. Lima, noviembre de 2025. El


