A las faldas de la Sierra Madre Occidental, en un rincón del estado de Jalisco, una nueva mina ha comenzado a cambiar el panorama de la industria minera mexicana. La compañía canadiense Endeavour Silver dio inicio a la producción comercial en su mina Terronera, un proyecto de plata y oro que, desde su fase de pruebas, ha demostrado una eficiencia operativa que ha superado incluso las expectativas más optimistas.
El inicio formal de operaciones se anunció tras una fase de comisionamiento exitosa, donde tanto las actividades de minado como de procesamiento alcanzaron más del 90% de su capacidad nominal diseñada, que es de 2,000 toneladas por día. Lo destacable no es solo la cifra, sino la consistencia con la que se mantuvo este rendimiento durante un periodo de evaluación crítica.
Desde el arranque de operaciones el 1 de julio de 2025, Terronera ha funcionado durante 100 días, con apenas ocho días de inactividad. Un logro poco común en la minería subterránea, especialmente para un nuevo proyecto. Las recuperaciones metálicas, que comenzaron a estabilizarse desde mediados de agosto, muestran una eficiencia superior al 90%, lo cual representa un indicio claro del dominio técnico y operativo del equipo a cargo.
Este proyecto, que combina los yacimientos subterráneos Terronera y La Luz, se explota mediante métodos de minado selectivos como el “long-hole stoping” y el “cut-and-fill”, prácticas que buscan minimizar el impacto ambiental y maximizar la recuperación del mineral. La calidad del yacimiento es evidente: la compañía estima una producción anual de 4 millones de onzas de plata y 38,000 onzas de oro durante una vida útil proyectada de diez años. Se espera que zonas de mayor ley sean accedidas en 2026, lo cual podría elevar aún más los niveles de producción.
Dan Dickson, director general de Endeavour Silver, calificó el inicio de operaciones como un hito transformador para la compañía. En sus palabras, Terronera representa una nueva etapa que consolida a la empresa como productor intermedio de plata, con una base sólida para expandirse en los próximos años. La mina no solo incrementará el flujo de efectivo de la empresa, sino que también representará una proporción significativa en sus proyecciones de producción futura.
Para analistas del sector, como Alex Terentiew del National Bank Financial, la mina Terronera jugará un papel crucial en el crecimiento financiero de Endeavour. Según sus estimaciones, este proyecto aportará el 42% del flujo de caja proyectado para 2026 y el 37% de la producción equivalente en plata. Estos números, más que promisorios, son señales tangibles del impacto que este nuevo activo tendrá en el portafolio global de la compañía.
El mercado respondió con entusiasmo al anuncio. Las acciones de Endeavour Silver se dispararon un 7.1% en la bolsa de Toronto, alcanzando los C$14.26, el punto más alto desde la fundación de la empresa en 2004. Desde inicios de año, las acciones han duplicado su valor, un reflejo claro del respaldo que inversionistas y analistas están otorgando a la estrategia de expansión de la compañía.
Más allá de lo financiero, la mina Terronera simboliza un renacimiento de la minería en Jalisco. Durante décadas, este estado ha contado con una tradición minera modesta en comparación con otras regiones como Zacatecas o Sonora. Sin embargo, proyectos como Terronera ponen nuevamente en el mapa a Jalisco como un territorio fértil para la inversión responsable en recursos minerales.
Además, la entrada en operación de esta mina representa empleos directos e indirectos para comunidades locales y oportunidades para proveedores de servicios, transporte y mantenimiento. Endeavour ha reiterado su compromiso con las comunidades aledañas y con una operación sustentable, tanto en lo ambiental como en lo social. Aunque la minería nunca está exenta de retos, contar con un operador con experiencia y visión a largo plazo puede marcar una diferencia significativa en los resultados para todos los involucrados.
La mina Terronera es ahora la cuarta operación activa de Endeavour Silver, que también tiene proyectos en México y Perú, y mantiene un robusto portafolio de exploración en países como Chile y Estados Unidos. Esta diversificación no solo fortalece la resiliencia financiera de la empresa, sino que también permite que el conocimiento técnico y las mejores prácticas se compartan entre operaciones.
La empresa ya tiene en el horizonte la publicación de su guía de producción y costos para 2026, prevista para enero próximo. Será en ese momento cuando se afinen las proyecciones y se definan los nuevos objetivos para esta mina que apenas comienza a mostrar su verdadero potencial.
Lo cierto es que, en un contexto global de creciente demanda de metales preciosos, particularmente la plata, impulsada por su uso en tecnología y energías renovables, la puesta en marcha de Terronera llega en un momento oportuno. México, como uno de los mayores productores de plata del mundo, reafirma su posición con este tipo de desarrollos que combinan viabilidad económica, compromiso ambiental y responsabilidad social.
Mientras algunas voces cuestionan el papel de la minería en la economía del futuro, ejemplos como Terronera ofrecen una narrativa distinta: la de una industria que evoluciona, que apuesta por la eficiencia y que puede coexistir con las comunidades y el medio ambiente, siempre que se aplique el conocimiento, la tecnología y la voluntad para hacerlo bien.