La Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) celebró el Día de los Industriales, donde reunió a empresarios, líderes de cámaras y representantes de diversos sectores productivos del país para analizar los retos que enfrenta México ante un entorno global de cambios tecnológicos, logísticos y geopolíticos. En medio de la transformación de las cadenas de valor y la competencia internacional, la manufactura mexicana busca consolidarse como un eje estratégico para el crecimiento económico.
México industrial frente a un mundo en cambio
Bajo el lema “México industrial frente a un mundo en cambio”, el propósito fue fortalecer la voz del sector en temas de política económica, inversión y competitividad.
El presidente de la Concamin, Alejandro Malagón, destacó que el sector industrial genera más del 52% del empleo formal y alrededor del 90% de las exportaciones del país, posicionándose como la columna vertebral del desarrollo nacional.
Señaló que, ante la reconfiguración global de las cadenas productivas, México tiene la oportunidad de ocupar un papel de liderazgo si logra actuar con unidad, visión y productividad.
“El futuro no se hereda, se construye con trabajo duro. La prosperidad exige diálogo, confianza, inversión y resultados”.
Desafíos legislativos y competitividad industrial
El dirigente también advirtió sobre el impacto que pueden tener las reformas legislativas en la competitividad, particularmente la nueva Ley General de Aguas, en discusión en el Congreso. Subrayó la necesidad de que el sector industrial participe activamente en su diseño para evitar frenos a la inversión y la generación de empleo.
Durante la jornada se abordaron temas como la formación de talento, la política comercial, la revisión del T-MEC y la defensa de la producción nacional, todos considerados fundamentales para mantener el dinamismo de la industria.
Malagón resaltó que detrás de cada fábrica, innovación o exportación hay familias mexicanas que dependen de la fortaleza del sector. En ese sentido, reafirmó el compromiso de la Concamin con un desarrollo basado en la legalidad, la competitividad y la cooperación público-privada, con el objetivo de consolidar a México como una potencia industrial del siglo XXI.