¿El mercado mundial del cobre entrará en déficit en 2026?

Según proyección del Grupo Internacional de Estudio sobre el Cobre.

¿Por qué el cobre entrará en déficit?

El mercado global de cobre refinado pasará de registrar un superávit a enfrentar un déficit de 150.000 toneladas métricas en 2026, de acuerdo con el último informe del Grupo Internacional de Estudio sobre el Cobre (ICSG, por sus siglas en inglés). La entidad atribuye este cambio a un crecimiento más lento de la producción minera mundial, impulsado por interrupciones recientes en importantes operaciones de Indonesia, Chile y Congo.

Durante la jornada del miércoles, los precios del cobre alcanzaron un máximo de 16 meses, impulsados por las preocupaciones sobre posibles escaseces en el suministro.

Ajustes en las proyecciones de producción

El ICSG redujo su previsión de crecimiento de la producción minera para 2025 a 1,4%, frente al 2,3% estimado en abril. Como resultado, el organismo proyecta que el superávit de cobre refinado para ese año será de 178.000 toneladas, por debajo de las 289.000 toneladas previstas anteriormente.

Para 2026, se espera una recuperación de la producción minera global de 2,3%, gracias a la entrada en operación de nuevas capacidades y la ampliación de minas existentes en países como Chile, Perú, Zambia e Indonesia.

Crecimiento moderado en la producción refinada y en la demanda

No obstante, el crecimiento de la producción de cobre refinado se desaceleraría al 0,9% en 2026, desde el 3,4% proyectado para 2025, debido a la disponibilidad limitada de concentrados. Este factor compensará parcialmente el incremento en el uso de chatarra.

El ICSG prevé que el uso mundial de cobre refinado aumente 2,1% en 2026, alcanzando los 28,7 millones de toneladas, frente al crecimiento del 3% esperado para 2025. Esta moderación se debe principalmente a un menor consumo en China, país que actualmente representa el 58% del uso global del metal.

Asia continuará liderando la demanda

Asia seguirá siendo el principal motor del crecimiento mundial, mientras que la demanda en otras regiones clave consumidoras de cobre permanecerá moderada, especialmente en la Unión Europea y Japón”, indicó el informe del ICSG.

El cobre, esencial para la transición energética y la expansión de las redes eléctricas, continúa siendo un indicador clave de la salud industrial global, y las tensiones entre oferta y demanda podrían sostener precios altos en los próximos años.

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