En un contexto global marcado por la incertidumbre, la relación entre América del Norte, la Unión Europea y México representa una oportunidad estratégica para impulsar la innovación, la competitividad y la cooperación económica. Así lo señaló el Dr. Jacobo Ramos Folch, consultor en política internacional y profesor visitante en la Universidad de Navarra, durante el panel “Perspectivas económicas, políticas y comerciales en el nuevo orden económico norteamericano”, celebrado en las Juntas Internacionales COPARMEX 2025.
Cooperación económica y tecnológica entre regiones
Ramos destacó que, pese a los retos económicos de la Unión Europea, la colaboración con América del Norte puede abrir nuevos horizontes: “Intentar adoptar una perspectiva regional puede promover esa autonomía estratégica en sentido tecnológico”. Explicó que la digitalización, la seguridad de datos y la innovación son áreas clave donde ambas regiones pueden avanzar de la mano.
El especialista enfatizó la relevancia de no centrarse únicamente en las grandes multinacionales, sino también en las PYMES. “No olvidarnos de las PYMES… son fundamentales para la formalización de los pequeños comercios y para un clima de inversión atractivo”, afirmó, y subrayó que la cooperación birregional puede ofrecerles acceso a financiamiento, capacitación y nuevos mercados.
Educación dual y capital humano para la competitividad
En el mismo sentido, Gabriela Siller Pagaza, economista mexicana, resaltó que una mayor regionalización favorece a México. “Es muy posible que esta competencia comercial también sea más intensa con la Unión Europea y ahí es donde México puede ganar también participación de mercado”. Subrayó que el país debe fortalecer infraestructura y energía para consolidarse como socio confiable.
Un aspecto que Ramos subrayó fue la importancia de los modelos educativos que vinculan academia e industria, como la educación dual alemana. Recordó que COPARMEX, en cooperación con la Cámara Mexicano-Alemana, ha sido pionera en promover este sistema en México, lo que abre la puerta a más programas que fortalezcan el talento local y faciliten la colaboración con Europa.
La conclusión del panel fue clara: México, de la mano de sus socios norteamericanos y europeos, tiene la capacidad de convertirse en un puente estratégico para la innovación y la sostenibilidad, generando beneficios tanto para las empresas como para la sociedad.