En Lima, el 29% del agua producida se desperdicia, y hasta el 70% de esas pérdidas provienen de tuberías defectuosas, ¿qué dicen los expertos?
El desperdicio de agua es un problema ambiental que también impacta de forma directa en la economía familiar y empresarial. Según la Superintendencia Nacional de Servicios y Saneamiento (SUNASS), el 29% del agua producida en Lima se desperdicia; de este porcentaje, el 70% se debe a pérdidas en las tuberías y el 30% a conexiones ilícitas.
De acuerdo con Sedapal, un caño malogrado puede perder 20,250 litros de agua al mes, generando un aumento de S/ 110 en la facturación. En el caso de un inodoro defectuoso, la pérdida llega a los 150,000 litros mensuales, lo que representa un incremento de hasta S/ 1,715. En contextos de mayor escala, como edificios, industrias o comercios, las fugas acumuladas pueden significar pérdidas económicas que superan los S/ 4,000 mensuales.
Juan Durand, especialista de Pavco Wavin, advierte que muchas de estas pérdidas podrían evitarse adoptando buenas prácticas en la instalación y mantenimiento en las tuberías. “La elección de tuberías certificadas y la instalación profesional no deberían ser consideradas un lujo, sino una necesidad para proteger la infraestructura de las edificaciones y evitar mayores gastos a futuro”.
Bajo ese contexto, el experto de Pavco Wavin propone cinco buenas prácticas para prevenir fugas y maximizar la vida útil de las instalaciones:
- Elegir productos normados: las tuberías y accesorios que cumplen cabalmente las normas de fabricación ofrecen mejor performance con respecto a resistencia, los impactos, aplastamiento, resistencia a la presión, durabilidad y compatibilidad al momento de ser instaladas en instalaciones modernas.
- Contar con instalación profesional: contar con profesionales como gasfiteros certificados o ingenieros ayudará a garantizar que las instalaciones y tuberías utilizadas son las correctas. Impulsar programas educativos a nivel de instaladores sanitarios y también a más de casa se presenta como una gran opción para fortalecer las buenas prácticas.
- Evitar métodos improvisados: técnicas como calentar tuberías con llama directa o doblarlas sin herramientas adecuadas no solo están prohibidas por las guías, sino que debilitan el material y comprometen la hermeticidad, lo que puedo generar fugas de agua en el futuro.
- Realizar pruebas antes de finalizar la obra: Una prueba hidráulica o de presión permite identificar y corregir fugas antes de que se conviertan en un problema mayor, evitando daños estructurales y costos innecesarios, considerando el costo de una detección de fuga de agua con equipo moderno es relativamente elevado para el medio local, entonces prevenir antes que lamentar.
- Implementar mantenimiento preventivo regular: Revisar grifos, tuberías, inodoros y tanques, que son puntos frecuentes de fuga, lo que ayuda a detectar desperfectos a tiempo.
La necesidad de implementar estas medidas es urgente para evitar el desperdicio innecesario de agua y el aumento en los recibos, y contribuir a la seguridad hídrica en todo el país, donde muchas ciudades enfrentan problemas de disponibilidad y calidad del recurso.
Frente a ese escenario, Pavco Wavin promueve estas buenas prácticas a través de su portafolio de productos certificados y programas de capacitación para especialistas, como “Mujeres con Punche” y “El Club de la Gasfitería”, que fortalecen las habilidades técnicas y fomentan el uso responsable de los recursos.