Director de AGS Estudios Inmobiliarios advierte que la nueva ley permitirá mejorar la capacidad de pago de algunos hogares, pero sin atacar el fondo del problema habitacional: el desacople entre precios y rentas, y la falta de incentivos al crecimiento.
La reciente aprobación en el Congreso de la Ley de Subsidio a la Tasa de Interés para Créditos Hipotecarios ha sido bien recibida por el sector inmobiliario como un alivio para reactivar la demanda. Y esto porque la norma permitirá rebajar la carga financiera de los créditos para viviendas nuevas de hasta 4.000 UF, reduciendo hasta en 250 mil pesos los dividendos mensuales. Pero, especialistas advierten que, aunque será útil en el corto plazo, se trata de una medida parcial que no resuelve el trasfondo de la crisis habitacional.
“Es una muy buena noticia para el mercado inmobiliario porque permitirá que muchas más familias puedan calificar para optar a un crédito hipotecario”, señala Esteban González, director de AGS Estudios Inmobiliarios. “Pero esto sigue siendo una medida circunstancial, una medida parche”, advierte.
Según el especialista, una vivienda de 4.000 UF exige actualmente una capacidad de pago cercana a $1.800.000 mensuales. Con el subsidio, ese monto podría reducirse hasta en $250.000. “Es una tremenda noticia dado el gran sobre stock de viviendas que existe en el mercado”, afirma. De acuerdo con la Cámara Chilena de la Construcción, existen más de 115 mil unidades nuevas sin vender en el país.
González pone el foco en el problema estructural de fondo, indicando que “se desacopló el valor de las propiedades de las rentas de las personas. Y la única solución que nosotros vemos en AGS tiene que ver con el crecimiento del país. Si no damos señales, si no tenemos una política que permita incentivar el desarrollo de nuevos proyectos, difícilmente podremos solucionar el problema de la vivienda”.
El déficit habitacional en Chile supera las 650 mil unidades, afectando principalmente a sectores medios y vulnerables. Mientras tanto, el precio del suelo y los materiales de construcción no ha dejado de aumentar, encareciendo el desarrollo de nuevas soluciones habitacionales.
“Estas medidas, que son buenas, son solamente parches que permitirán mejorar la capacidad de pago de algunas familias. Pero lo hacen a un costo financiero alto y sin corregir los desequilibrios estructurales”, concluye el director de AGS.