Torex expande su portafolio con la compra de Reyna Silver por C$36 M

Torex Gold Resources (TSX: TXG) anunció la adquisición total de Reyna Silver (TSXV: RSLV) en una operación valuada en C$36 millones (US$26 millones), pagados completamente en efectivo. Con esta compra, Torex obtiene acceso inmediato a un conjunto de proyectos de exploración de alto potencial ubicados en las regiones mineras de Chihuahua, México, y en el estado de Nevada, Estados Unidos. Según Jody Kuzenko, CEO de Torex, esta adquisición se alinea con la estrategia de la compañía de impulsar el crecimiento orgánico a través de nuevos descubrimientos minerales dentro de jurisdicciones reconocidas por su riqueza geológica. “Con el respaldo técnico y la experiencia de nuestro equipo de exploración, además del reciente éxito de Media Luna, tenemos las capacidades necesarias para avanzar estas propiedades y desbloquear su valor”, afirmó.

Entre los activos adquiridos destacan los proyectos Guigui y Batopilas en Chihuahua, ambos con el 100 % de propiedad. Guigui es el más importante: cubre prácticamente todo el distrito minero de Santa Eulalia, una zona con historial de producción de más de 50 millones de toneladas con leyes promedio de 310 gramos por tonelada de plata, 8.2 % de plomo y 7.1 % de zinc. Por su parte, Batopilas presenta características geológicas atractivas, aunque con menor desarrollo inicial. En el caso de Nevada, Reyna mantenía opciones sobre los proyectos Gryphon Summit (70 %) y Medicine Springs (100 %), ambos con potencial de contener sistemas polimetálicos ricos en plata, plomo y zinc. Estas propiedades complementan la cartera de Torex y le permiten acceder a una de las jurisdicciones mineras más estables del mundo.

Desde el punto de vista financiero, Torex acordó adquirir todas las acciones en circulación de Reyna Silver a un precio de C$0.13 por acción, lo que totaliza C$36 millones. Esta cifra representa una ligera prima sobre la capitalización bursátil de Reyna antes del anuncio, que era de C$32.5 millones. Además, como parte del acuerdo, Torex realizará una inversión adicional de C$1.1 millones en unidades de Reyna, cuyo destino será cubrir compromisos relacionados con sus opciones mineras en Nevada. En el mercado, las acciones de Torex subieron 1.4 % tras el anuncio, alcanzando C$44.17, lo que refleja la percepción positiva del movimiento por parte de los inversionistas.

El contexto operativo de Torex es sólido. La empresa opera el complejo minero Morelos en Guerrero, México, con una producción anual de más de 450 000 onzas de oro. Esta infraestructura incluye los depósitos subterráneos Media Luna y ELG, una planta de procesamiento integrada y el tajo abierto ELG. Además, el depósito EPO, en etapa de desarrollo, iniciará producción en 2026. Esta base productiva garantiza el flujo de caja necesario para financiar y respaldar el desarrollo de los nuevos proyectos adquiridos.

La diversificación es otro de los beneficios clave de la adquisición. Si bien Torex es conocida principalmente por su producción de oro, esta operación amplía su exposición a minerales industriales como plata, zinc, plomo y cobre. Esto resulta particularmente valioso en un contexto donde la demanda por metales críticos para la transición energética sigue en aumento. Asimismo, al ingresar a Nevada, Torex accede a una jurisdicción con menores riesgos políticos y mayor estabilidad regulatoria, lo que compensa su alta concentración operativa en México.

En cuanto a la estrategia de integración, Torex ha señalado que se apoyará en los programas de exploración ya iniciados por Reyna para no duplicar esfuerzos y aprovechar al máximo los datos geológicos existentes. Este enfoque también permitirá acelerar los estudios económicos preliminares y definir con mayor claridad la factibilidad de cada proyecto. La empresa reconoce, sin embargo, que aún enfrenta desafíos importantes. La fase exploratoria temprana implica riesgos técnicos considerables, y la conversión de recursos en reservas probadas será clave para justificar nuevas inversiones.

Otro reto es la correcta integración de equipos, metodologías y bases de datos de Reyna Silver, además de gestionar eficazmente el aumento de activos sin comprometer la solidez financiera ni el enfoque en la operación actual. Torex parece estar consciente de estos riesgos, y ha enfatizado su disciplina en asignación de capital y toma de decisiones basada en retornos esperados.

La adquisición de Reyna Silver representa un movimiento estratégico que refuerza el posicionamiento de Torex como un jugador relevante no solo en oro, sino también en minerales clave para la industria moderna. Con una base financiera sólida, una trayectoria comprobada en desarrollo de proyectos y acceso a nuevas zonas geológicas de interés, la compañía tiene los elementos necesarios para maximizar el valor de esta inversión. Si logra avanzar con éxito en las campañas exploratorias y demuestra el potencial económico de estos activos, Torex consolidará su presencia en América del Norte y reforzará su rol en la transición hacia una minería más diversificada y resiliente.

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