Claudia Sheinbaum, la nueva presidenta de México, anunció en julio su plan “100 Pasos para la Transformación”, que incluye importantes implicaciones para la minería. Su administración no otorgará nuevas concesiones para minería a cielo abierto. Además, las concesiones existentes seguirán únicamente si cuentan con la aprobación pública y si no dañan el medio ambiente. Estas condiciones generan incertidumbre en el sector minero, que ya enfrenta obstáculos tras la suspensión de concesiones desde 2019. El plan refleja una nueva estrategia para la minería, con especial énfasis en el bienestar social y el cuidado del medio ambiente.
Uno de los puntos clave es el paso 8 del plan, que establece que cualquier concesión debe contar con el apoyo de la comunidad. Sheinbaum busca que las operaciones mineras no solo generen beneficios económicos, sino que también tengan aceptación social. La viabilidad de este enfoque dependerá de cómo las empresas mineras logren adaptarse a las expectativas de las comunidades locales, un proceso que podría ser complicado dada la desconfianza histórica hacia la minería en algunas regiones.
Otro aspecto crítico es el uso del agua. El plan también incluye un paso que propone crear un sistema para transportar agua tratada desde las ciudades hacia las minas, de modo que estas no utilicen agua potable en sus procesos. Esta medida, aunque ambientalmente responsable, aún no detalla el costo de implementación ni su financiamiento, lo que genera dudas en la industria minera. La posibilidad de que las empresas mineras deban asumir parte de estos costos representa otro desafío financiero para el sector, que ya ha sido afectado por las reformas a la Ley Minera publicadas en 2023.
En cuanto a estas reformas, las empresas mineras han enfrentado nuevos obstáculos administrativos y regulatorios. Las reformas incluyeron la necesidad de obtener concesiones adicionales para el uso del agua y agregaron más motivos para revocar concesiones, lo que genera mayor incertidumbre. El sector privado ha expresado preocupación, pero hasta que la Suprema Corte de Justicia resuelva las suspensiones solicitadas contra estas reformas, las compañías seguirán en un ambiente de incertidumbre legal.
A pesar de estas dificultades, el gobierno de Sheinbaum no se opone a la minería en su totalidad. De hecho, el Sonora Plan, que fue promovido por Andrés Manuel López Obrador, seguirá siendo una prioridad en su administración. Este plan busca aprovechar los recursos minerales estratégicos de México, como el litio y el cobre, esenciales para la producción de semiconductores y el desarrollo de energías renovables. Sheinbaum reiteró su compromiso con el Sonora Plan en su discurso inaugural, subrayando su intención de consolidar las cadenas de producción de litio, cobre y vehículos eléctricos. Esta iniciativa refuerza el paso hacia una transición energética en la que México juega un papel central gracias a sus abundantes recursos minerales.
Además, Sheinbaum anunció la producción del Olinia, un automóvil 100% eléctrico y diseñado en México. Este proyecto, que también forma parte de su plan, apunta a fortalecer la industria automotriz y tecnológica nacional. Para lograrlo, su gobierno impulsará el “Programa de Desarrollo Tecnológico para la Innovación”, otro paso dentro de su plan de transformación. Este enfoque en la innovación tecnológica no solo impulsa la industria automotriz, sino que también aumenta la demanda de minerales como el litio, lo que podría brindar nuevas oportunidades al sector minero.
Sin embargo, la minería no solo se enfrenta a desafíos ambientales y tecnológicos. Sheinbaum también se ha comprometido a apoyar a los trabajadores afectados por las recientes crisis en la industria. En agosto de 2023, Altos Hornos de México (Ahmsa), la planta siderúrgica más grande del país, cayó en bancarrota, dejando a miles de trabajadores sin empleo. La presidenta prometió implementar medidas para que estos empleados recuperen sus trabajos, lo que también forma parte de su visión de transformación social. Igualmente, Sheinbaum reafirmó su compromiso de seguir con el rescate de los mineros fallecidos en las tragedias de Pasta de Conchos y El Pinabete, dos de los peores desastres mineros en la historia del país.
El panorama que enfrenta la minería en México está en constante transformación. Si bien el enfoque de Sheinbaum en energías renovables y la producción de vehículos eléctricos abre nuevas oportunidades, la prohibición de nuevas concesiones mineras y las exigencias ambientales complican el futuro de las operaciones actuales. La industria minera deberá adaptarse a este nuevo entorno, que prioriza la innovación tecnológica y el respeto al medio ambiente, mientras equilibra las demandas sociales y económicas del país.
El plan de Sheinbaum pone a la minería en el centro de una transformación que podría cambiar radicalmente el enfoque de este sector en México. Los próximos pasos de su gobierno serán determinantes para definir si la industria puede superar estos retos y aprovechar las oportunidades que ofrece este nuevo paradigma energético y tecnológico.