El gobierno mexicano anunció que colocó exitosamente un bono por 1,490 millones de dólares, recursos que servirán para refinanciar un crédito a corto plazo contratado con bancos para la compra de 13 plantas eléctricas a la española Iberdrola.
“La emisión en el mercado internacional por 1,490 millones de dólares representa el bono de proyecto más grande colocado por cualquier emisor dentro del sector eléctrico mexicano y uno de los más grandes a nivel América Latina”, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en un comunicado.
El bono con vencimiento al 2041 pagará una tasa cupón de 7.25%, que resulta inferior en 37.5 puntos base al cupón propuesto originalmente de 7.625 por ciento. La reducción se logró gracias a la sobredemanda del bono, que fue de cuatro a uno.
La SHCP informó que, durante la semana pasada, se llevó a cabo un ejercicio de mercadeo para esta transacción, “en el que se mantuvieron reuniones con más de 100 inversionistas de Norteamérica, Europa y Asia, generando un gran interés”.
Como resultado, más de 200 cuentas expresaron su deseo de participar en la transacción, lo que derivó en una demanda total que superó en más de cuatro veces el monto emitido, alcanzando un máximo de 6,160 millones de dólares”, detalló.
El bono fue emitido específicamente por el Fideicomiso de Inversión en Energía México (Fiemex), creado expresamente por el gobierno mexicano para la compra de las plantas de Iberdrola, que se anunció en abril del 2023 y se concretó en febrero de este año.
“La emisión en el mercado internacional por 1,490 millones de dólares representa el bono de proyecto más grande colocado por cualquier emisor dentro del sector eléctrico mexicano y uno de los más grandes a nivel América Latina”, presumió la SHCP.
El capital levantado por el Fiemex servirá para refinanciar un crédito a corto plazo contratado con Barclays México, BBVA, Santander y SMBC para la adquisición de las unidades de generación eléctrica, que requirió en total 6,200 millones de dólares.
La compra
La operación supuso la venta de 13 centrales de generación con una capacidad instalada de 8,539 MW, de los que el 99% corresponde a ciclos combinados de gas y el 87% a plantas que operan bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, contratadas con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Cabe destacar que las plantas serán administradas por un operador distinto a la CFE, de acuerdo con las condiciones puestas por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) para aprobar la transacción.
En abril del 2023, el gobierno mexicano anunció que la operación se pagaría en 40% con una aportación de capital y el 60% restante con financiamiento de la banca comercial y de desarrollo, además del mercado.
La aportación de capital se conformaría, a su vez, de 51% de recursos del Fondo Nacional de Infraestructura y 49% de inversionistas institucionales (Afore).
El presidente Andrés Manuel López Obrador justificó la compra como parte de una política para asegurar el control estatal de hasta 54% de la generación eléctrica del país, tras criticar el modelo eléctrico que heredó del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto que abrió los mercados de generación y comercialización eléctrica al capital privado.
Desde la visión de López Obrador, dicha apertura se llevó a cabo para beneficiar a las empresas privadas, en detrimento de la CFE.