Sheinbaum destacó que este movimiento forma parte de un plan a largo plazo diseñado para fortalecer las finanzas de la empresa estatal. “La petroquímica ya proporciona ingresos adicionales a Pemex. La incursión en la minería del litio podría ser una extensión natural de estas actividades, permitiendo a la empresa explorar nuevas fuentes de desarrollo y ganancias,” explicó. En otros países, las grandes petroleras ya están incursionando en la minería del litio, lo que subraya la importancia estratégica de este mineral en el futuro energético global.
La entrada de Pemex en el sector del litio se alinea con la política del Estado mexicano de mantener el control sobre los recursos estratégicos. En 2022, el gobierno creó LitioMx, una empresa estatal encargada de gestionar la explotación de litio en el país, y en 2023 se cancelaron concesiones mineras previamente otorgadas a empresas extranjeras para consolidar la estatización del mineral.
Este enfoque también responde a la visión de que los beneficios de la explotación de recursos naturales deben permanecer en manos mexicanas. Según Sheinbaum, “la incursión de Pemex en el litio no solo fortalecería a la empresa, sino que también garantizaría que los beneficios del litio permanezcan en el país.”
En paralelo, Sheinbaum subrayó la importancia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la transición hacia energías sustentables. La próxima presidenta aseguró que la CFE no representa una carga para el presupuesto público y que se han encontrado mecanismos de financiamiento que permiten avanzar en la transición energética sin incurrir en grandes deudas.
Con esta visión, Sheinbaum busca consolidar una estrategia energética que no solo diversifique los ingresos de Pemex, sino que también promueva un cambio hacia fuentes de energía más sostenibles. La transición energética de México es un proceso complejo que requiere inversión y planificación cuidadosa, pero Sheinbaum parece estar preparada para liderar este esfuerzo.