La opción de comprar una vivienda se hace cada vez más inaccesible para los chilenos. Así lo revela un estudio de la consultora Colliers, que analizó cómo se han encarecido los precios de las viviendas y el costo de los créditos hipotecarios y, por otra parte, los salarios se han estancado, con reajustes de sueldo inferiores a la inflación debido al mal desempeño de la economía.
“Si analizamos el valor de un departamento de 40 m2 en 2010 era de 1.644 UF, en 2019 el valor llegaba a 3000 UF y en 2023 alcanzó las 3.458 UF. El valor aumentó en un 15 % solo entre 2019 y 2023”, explica Reinaldo Gleisner, Vicepresidente de Colliers.
Al realizar el ejercicio respecto a la evolución del pie necesario para comprar un departamento de 40m2, el estudio detalla que éste era de 329UF en 2010, 600UF en 2019 y 692 UF en 2023, registrando un incremento de 110% entre 2010 y 2023.
Por otra parte, el valor del crédito necesario para comprar un departamento de 40 m2 a 25 años plazo pasó de 1.315 UF en 2020 a 2.400Uf en 2019 y a 2.766UF en 2023, con un aumento de 110% en el periodo 2010 2023. “Si llevamos estos números a la práctica, el pago mensual del dividendo pasó de 7,7 UF en 2010 a 11,4UF en 2019 y 16,5 UF en 2023, con un aumento de 115% al comparar 2010 con 2023 y de 15% al comparar 2019 con 2023”, explica el ejecutivo.
Respecto a la renta necesaria para comprar un departamento, este pasó de 30.8 UF en 2010 a 45,5UF en 2019 y 66 UF en 2023, con un aumento de 115% en el periodo 2010 2023.
“Por una parte, vemos que tanto los créditos hipotecarios como los valores de viviendas han ido en alza sostenida, pero no ha ocurrido lo mismo con los salarios, que en general se han ido reajustando en una medida bastante inferior respecto a la inflación del momento. La renta necesaria para convertirse en propietario, en pesos, aumentó 87% en el período entre 2019 y 2023, en circunstancias que se generó una gran inestabilidad laboral con niveles altos de cesantía y expectativas negativas en la visión de empleo y la disponibilidad de asumir compromisos financieros de largo plazo. La prioridad para las personas fue mantener el empleo”.
El experto añade que la situación económica estuvo muy afectada durante el período de la pandemia y postpandemia, dañada también por el estallido social de octubre 2019. “Recién el año 2024 se puede afirmar que la economía ha vuelto a cierto equilibrio. Entre 2019 y 2023 no hubo crecimiento económico ni aumento de productividad, que son los motores que hacen crecer las remuneraciones”.
El estudio de Colliers explica que según el SII en 2010 había 1.329.000 contribuyentes que tenían individualmente ingresos de $660.000 ó superiores, suficiente para la compra de un departamento de 40 m2. En 2019 había 1.375.000 contribuyentes con renta superior a $1.270.000, para comprar un departamento como el mencionado. A pesar del mayor ingreso necesario, se mantiene una población similar que podría comprar un departamento tipo. “Sin embargo, en 2023 había 762.000 contribuyentes con renta superior a $2.380.000, necesaria para comprar un departamento de valor de 3.458 UF. De este modo se da una caída del 44% de potenciales compradores en el periodo 2019 a 2023, y de 42% en el período de 2010 a 2023”.
Según Gleisner, la drástica disminución del universo de potenciales compradores se debe al fuerte incremento de las exigencias de renta para la compra en un ambiente de estancamiento económico, que no permite incrementos de remuneraciones en términos reales, dado el nulo crecimiento de la productividad.
“Por otra parte, los departamentos han aumentado el precio de venta debido a varios factores, como el aumento de costos de la construcción en el período de pandemia: ausencia laboral, discontinuidad de suministro de materiales de construcción. Aumentos fuertes en el valor de los materiales de construcción, por escasez y dificultad en la cadena de suministros. Dilación y complejidad creciente en los trámites municipales y otros permisos. Aumento significativo del costo por intereses: la falta de venta no permite pagar los créditos de la construcción y los bancos aumentan la tasa de interés para presionar por la recuperación de créditos”, concluye.
FUENTE: COLLIERS