El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) propuso la creación de una Oficina de Infraestructura, la cual se encargaría de aprobar obras públicas de calidad.
Diego Díaz, investigador del IMCO, explicó que crear esta oficina garantizaría que la infraestructura pública que se construya genere más beneficios que costos para la sociedad.
Dicha oficina tendría que ser independiente del gobierno, y estar conformada por expertos en infraestructura y evaluación socioeconómica de proyectos.
“Esta oficina sería un órgano regulador, así que en principio lo que haría es hacer estas evaluaciones y definir o dar el visto bueno a ciertos proyectos. Una vez que se le da el visto bueno ya sería el propio Gobierno Federal el que se encargaría de ejercer el gasto”, dijo.
La oficina estaría encargada de realizar diagnósticos de necesidades de infraestructura federal, estudios de factibilidad legal, manifestaciones de impacto ambiental y análisis costo-beneficio, entre otros.
Con estos estudios y diagnósticos, la Junta de Gobierno de esta oficina tendría la facultad de aprobar o rechazar los proyectos de infraestructura propuestos por gobierno.
“En resumen, ningún proyecto de obra pública a nivel federal sería ejecutado sin la aprobación de este órgano colegiado”.
El investigador del IMCO destacó que este tipo de oficinas existen en otras partes del mundo, como en Reino Unido y Australia.
GASTO ES BAJO
En México, pese a los esfuerzos del gobierno por impulsar el gasto en inversión física, y aún con los mega proyectos insignia, los recursos que se ejercen son bajos, indicó Diego Díaz.
“El gasto en inversión física no sólo es bajo, sino que también se ejerce mal. No sólo estamos gastando menos en inversión, sino que también consideramos que este gasto es de menor calidad, es decir, no se está orientando a infraestructura logística que tenga un impacto importante en los tiempos de traslado de personas y mercancías, o en temas que son muy importantes, sobre todo ahora en el contexto del tema de abastecimiento de agua o en inversión en energías”, agregó.
El año pasado, la inversión física — sin considerar Pemex — fue de 571,100 millones de pesos, 18.8% menos en comparación anual.
Por ello, añadió el IMCO, es fundamental promover más y mejor inversión pública en áreas clave que garanticen un suministro confiable y a precios competitivos de electricidad limpia, disponibilidad de agua e infraestructura logística de calidad, por ejemplo, puertos, aeropuertos, carreteras.
“Lo que vemos es que buena parte de la inversión de esta administración, en particular, se ha concentrado en proyectos de dudosa calidad justamente porque nunca tuvieron un proceso de planificación adecuado y no se realizaron análisis por parte de instancias o actores independientes”, dijo Diego Díaz.
