Eduardo Ricotta, director general para Latinoamérica de la fabricante de aspas para torres eólicas en México, Vestas, aseguró que con políticas acordes México puede alcanzar sus metas de combate al cambio climático en el sector eléctrico, ya que las grandes plantas, como las eólicas, están para apoyar la transición energética en apoyo a la generación distribuida en techos solares y a tecnologías que reduzcan la emisión de carbono como el almacenamiento en baterías y el uso de hidrógeno verde.
“En México tenemos la misma expectativa que tenemos en todos los países de América Latina, Estados Unidos y Europa y es que queremos que se mantenga una política para hacer la función energética, o sea, estamos mirando que hay un problema muy grave que es el clima en todo el mundo y miramos que todos los países están haciendo políticas de transición energética ¿por qué están haciendo eso? Porque hay un crecimiento fuerte y no hay electrificación”, dijo, puesto que México tiene la meta de llegar a 35% de generación renovable en 2024 y a 50% en 2035.
El empresario recordó a El Economista que Sempra Infrastructure, filial de Sempra, le ha hecho un pedido de 319 megawatts de potencia eólica para su parque Cimarrón, en Tecate, en el estado de Baja California, donde instalará 64 aerogeneradores. Cimarrón es la tercera fase del Complejo EólicoEnergía Sierra Juárez, que tendrá una potencia total de 582 megawatts.
Vestas cuenta con más de 2,500 megawatts en operación mediante sus 750 aerogeneradores en México, según Ricotta, esto significa más de la cuarta parte del total de capacidad mediante esta tecnología en el país. En el país, tiene una fábrica que se suma a la de Brasil para Latinoamérica y, situada en Matamoros, Tamaulipas, se dedica en asociación con un constructor de parques a la elaboración y venta de los platos para las aspas de las torres de viento en el continente. En América Latina, Vestas emplea a poco más de 2,500 personas, de las cuales 368 se ubican en México, según explicó.
En los últimos años, no ha habido muchos proyectos en México, derivado de la situación de poco crecimiento industrial, detalló. Pero México junto con el resto del mundo va hacia la electrificación masiva, que en América Latina se llevará a cabo aprovechando los recursos renovables en industrias intensivas como el autotransporte y la minería, por lo que el desarrollo del almacenamiento de energía mediante baterías avanza a pasos agigantados, pero se apoya siempre en las grandes instalaciones que requieren inversiones posibles y necesarias en transmisión.
“Estamos para apoyar a la transición energética como lo consideren…Estamos en 21 países. Tenemos operaciones desde México hasta Patagonia porque cuando hacemos la venta de los parques eólicos también ofrecemos la operación y mantenimiento de los aerogeneradores por hasta 35 años, así funciona este mercado”, dijo, “ahora Cimarrón es un proyecto muy importante para nosotros, es la tercera fase del Proyecto Energía Sierra Juárez, de Tecate, Baja California, y toda la energía se exportará a California mediante la línea de transmisión trasnacional que opera Sempra”.
