El mercado de bonos de carbono en Colombia está a punto de recibir un impulso significativo gracias a las empresas que han implementado el uso de energías renovables.
El gobierno colombiano tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2 en un 51% para el año 2030, lo que ha llevado a la búsqueda de diversificación en la matriz energética del país.
Actualmente, la energía hidráulica representa el 66.8% de la capacidad efectiva neta de generación, mientras que la energía térmica constituye el 30.5%.
Sin embargo, la dependencia de los recursos hídricos presenta un desafío, lo que ha impulsado al gobierno a promover el desarrollo de energías renovables.
Silvia Alejandra Pinto, CEO de Home Sun, compañía que lidera la implementación de proyectos de energía solar en el país, indicó que «según la Ley 926 de 2017, estos bonos representan proyectos o actividades a nivel nacional, regional o local, que buscan la reducción, remoción o captura de gases de efecto invernadero (GEI)».
Sin embargo, la dependencia de los recursos hídricos presenta un desafío, lo que ha impulsado al gobierno a promover el desarrollo de energías renovables.
Silvia Alejandra Pinto, CEO de Home Sun, compañía que lidera la implementación de proyectos de energía solar en el país, indicó que «según la Ley 926 de 2017, estos bonos representan proyectos o actividades a nivel nacional, regional o local, que buscan la reducción, remoción o captura de gases de efecto invernadero (GEI)».
Los bonos de carbono representan una forma innovadora en la que las empresas pueden mitigar su huella ambiental y contribuir a la sostenibilidad.
Cada bono equivale a la remoción de una tonelada de CO2 y puede convertirse en una moneda ambiental con un gran potencial transformador.
Actualmente, existen dos grandes categorías en el mercado del carbono: el sistema voluntario y el sistema obligatorio. Ambos requieren que los proyectos que emiten bonos de carbono pasen por un proceso de certificación riguroso para garantizar su integridad y calidad.