Construcción tuvo alza récord de 24.4% en el 2023

La construcción con recursos públicos del Tren Maya, el corredor interoceánico, carreteras y el aeropuerto de Tulum fue el motor esperado para que el valor de producción de las empresas constructoras en México alcanzara un crecimiento anual récord de 24.4% durante el 2023 (en el 2022 el aumento fue del 4.1%), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En comparación con su nivel del prepandémico 2019, el indicador tuvo por fin un crecimiento, puntualmente de 3.8%; sin embargo, frente al registro del 2012, año en el que tuvo su último pico, hay todavía un déficit de 16.4 por ciento.

La necesidad de inaugurar obras emblemáticas de infraestructura en el sexenio de la 4T, la incorporación de los tramos 5 norte, 6 y 7 del Tren Maya (a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional) a la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) y el cambio de año base en la metodología fueron factores que influyeron el año pasado para el buen desempeño del indicador hasta agosto, en comparaciones mensuales.

Posteriormente, el crecimiento se desaceleró (en diciembre se presentó el menor incremento del año, el 1%, con relación al mes previo) y, la reciente cancelación de licitaciones del programa de conservación carretero con un presupuesto de 11,000 millones de pesos, por parte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), advierten un futuro complicado.

Un reporte del Grupo Financiero BASE consideró dicha situación:

“De enero a diciembre del 2023, el sector público mostró un crecimiento acumulado de 48.7%, impulsado por los proyectos de infraestructura de esta administración. Sin embargo, la falta de espacio fiscal para la construcción de nuevas obras de infraestructura en 2025 implicaría un desplome en el sector de la construcción”.

En su comparación con el 2019, previo a la pandemia del Covid-19, el valor de las obras públicas aumentó 45.2 por ciento.

Por su parte, el valor de las obras contratadas desde el sector privado, con una participación que ronda el 40% del total de la construcción en el país (principalmente edificios industriales, comerciales y de servicios y vivienda, en línea con el auge que implica el nearshoring) se elevó 10.7% el año pasado. No obstante, en comparación con el 2019, la cifra estuvo el 14.8% por debajo.

Además de las obras de edificación, las de electricidad telecomunicaciones tampoco lograron superar los niveles prepandemia (fueron menores el 20.4% respecto al 2019), a pesar de experimentar un alza anual del 89.7% del año pasado.

En tanto, el valor de producción de los trabajos de agua, riego y saneamiento y otras construcciones siguen creciendo, aunque los relacionados con el petróleo y petroquímica fueron los únicos que mostraron en diciembre una caída anual del 11.8%, pero en todo el 2023 crecieron el 3.6%, respecto al 2022, lo que implicó un alza del 83.4% contra el 2019. Dicho rubro tiene la menor participación en todas las obras, cerca del 4 por ciento.

De acuerdo con el Inegi, en cifras desestacionalizadas, el valor de producción de las empresas constructoras creció el 1% en comparación mensual y el 36.5% en comparación anual, lo que representó la menor cifra luego de la caída mensual del 2.4% en septiembre.

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