Pese a que ya arrancó el fenómeno de El Niño en Colombia, XM, operador del Sistema Interconectado y el administrador del Mercado de Energía Mayorista de Colombia, reportó que subió el nivel de los embalses en el país, superando el 81 % de volumen útil para generación de energía eléctrica.
Y es que, ante la llegada de El Niño, Acolgen, el gremio de las generadoras de energía eléctrica, adoptó medidas para manejar el recurso hídrico de embalses, con reservas de agua que permitan cumplir con las obligaciones de energía firme adquiridas ante el mercado, las de licencia ambiental y mantener los caudales aguas abajo.
Ese 81,23 % para julio de este año equivale a 8,80 puntos por encima del nivel reportado al cierre de junio de 2023 (72,43%) y 5,29 puntos por debajo del mismo mes del 2022 (86,52 %).
En el caso puntual del embalse Topocoro, en Santander, XM precisó que tuvo 1.033,51 gigavatios en capacidad útil, para 93,34 % en generación de energía, menor a al 93,65 % de junio de este año y al 98,41 % de julio de 2022.
Estas cifras se dan a conocer en medio de las declaraciones de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres de Santander, que alertó riesgos en la región.
“De 25 a 30 municipios de Santander presentan riesgo de desabastecimiento y racionamiento de agua por el fenómeno de El Niño. Por ello, junto a las entidades del Sistema Departamental de Gestión del Riesgo formulamos un plan de contingencia. Asimismo, conformamos una red de apoyo con más 20 de empresas de acueducto y alcaldías para garantizar el suministro de agua, prevenir el déficit alimentario o atender cualquier emergencia que se pueda generar”, aseveró Fabián Vargas, jefe de Gestión del Riesgo de Desastres.
Desde ya se conoció que este fenómeno tendría una duración de entre ocho y nueve meses, con una probabilidad del 84 % de intensidad moderada, con momentos fuertes entre noviembre de 2023 y enero de 2024.
El meteorólogo Max Henríquez Daza reiteró que El Niño está presente, pero es por ahora débil. “Se espera que siga calentándose un poco más de aquí a febrero-marzo de 2024. Los modelos dinámicos apuestan por un evento moderado y los estadísticos por un Niño débil”, explicó.
Entre los riesgos a considerar se encuentran la disminución del caudal en fuentes hídricas, la alerta de desabastecimiento de agua, la amenaza de incendios forestales y potenciales problemas de salud, como el dengue y afecciones respiratorias.
