La interferencia del gobierno podría erosionar la confianza de los inversionistas en el sector energético de Colombia, en momentos en que el presidente Gustavo Petro avanza con sus esfuerzos por silenciar al regulador del sector, CREG, advirtió la calificadora Fitch.
El plan también podría tener consecuencias negativas para las empresas de gas natural y agua, así como para sus usuarios finales, informó la agencia en un comunicado.
La administración de Petro publicó la semana pasada un proyecto de decreto en el que proponía asumir temporalmente poderes regulatorios para el sector de energía eléctrica.
La medida le daría al mandatario la capacidad de reducir drásticamente los precios mayoristas en un escenario donde busca aliviar la carga financiera de los consumidores finales. Según cifras oficiales, las tarifas de electricidad subieron más rápido que la tasa de inflación anual de 13,1% el año pasado.
Fitch señaló que el plan de Petro debilitaría la rentabilidad de las empresas de servicios públicos al obstaculizar su capacidad de aumentar los precios para compensar los mayores costos.