El titular de ambas dependencias, Roberto Gradillas Pineda, encabezó la delegación sonorense y sostuvo encuentros con representantes de empresas líderes del sector minero, tanto nacionales como extranjeras. El funcionario señaló que la presencia de Sonora no fue meramente institucional, sino parte de una estrategia para reforzar la atracción de inversiones, fortalecer las cadenas de proveeduría y posicionar al estado como un entorno fértil para la innovación minera.
Durante el evento, que se desarrolló del 19 al 22 de noviembre, la entidad destacó su liderazgo en la producción de cobre, así como su integración en la estrategia del Gobierno Federal para desarrollar proyectos clave de transición energética. Sonora aporta más del 75 % del cobre que se extrae en el país, mineral estratégico en el contexto de electrificación y tecnologías limpias. Este factor ha colocado a la entidad en el centro del interés internacional por asegurar cadenas de suministro de minerales críticos.
Además de su peso en volumen de producción, el estado promovió una narrativa centrada en la minería responsable. Gradillas Pineda afirmó que Sonora ha trabajado para generar condiciones que permitan el crecimiento del sector sin comprometer la cohesión social ni el respeto al entorno natural. Bajo esta línea, sostuvo que se han fortalecido los esquemas de diálogo con las comunidades, así como los mecanismos de evaluación ambiental y social de los proyectos mineros en operación y en fase de exploración.
Las autoridades estatales participaron en diversas mesas técnicas, conferencias y foros especializados, en los que se abordaron temas como automatización, eficiencia energética, sostenibilidad, relaciones comunitarias y normatividad. La interacción con expertos de América Latina, Canadá y Europa permitió al equipo de Sonora recopilar experiencias valiosas y establecer vínculos con empresas proveedoras de tecnología e instituciones académicas.
Uno de los puntos clave de la agenda fue consolidar alianzas con actores del ecosistema minero que permitan impulsar proyectos en el marco del Plan Sonora de Energía Sostenible, iniciativa que integra el aprovechamiento del litio, el desarrollo de infraestructura energética y la diversificación industrial del estado. Aunque el litio aún no se explota a escala comercial, Sonora se ha posicionado como un actor relevante en la discusión nacional sobre su aprovechamiento.
El equipo sonorense también mantuvo acercamientos con compañías interesadas en desarrollar nuevos proyectos de exploración y con asociaciones del ramo interesadas en fortalecer la proveeduría local. En palabras de Gradillas, la minería debe verse no solo como una actividad extractiva, sino como una palanca de desarrollo que permite integrar a pequeños y medianos proveedores, impulsar infraestructura regional y generar empleo formal en zonas de alta marginación.
La delegación de Sonora compartió los avances en materia de formalización del sector minero, promoción de la transparencia en los procesos administrativos y mecanismos de incentivos para atraer empresas con compromisos de sostenibilidad. El mensaje central de su participación fue claro: Sonora es un estado abierto a la inversión, pero también exigente con las prácticas sociales, laborales y ambientales de quienes decidan operar en su territorio.
La Convención Internacional Minera 2025 reunió a más de 10 mil participantes, entre representantes de más de 300 empresas, autoridades de diferentes niveles de gobierno, académicos y organizaciones civiles. Se trató del encuentro más relevante del año para la industria minera en México, no solo por su magnitud, sino por su papel como espacio de discusión sobre el futuro de la minería en el país.
En ese contexto, la presencia de Sonora fue estratégica. Mientras algunas regiones del país enfrentan conflictos sociales vinculados a proyectos mineros, la administración estatal apostó por mostrar una ruta de conciliación, responsabilidad y visión de largo plazo. La prioridad no es solo producir más, sino producir mejor, en un entorno donde la licencia social para operar se ha vuelto tan importante como el permiso ambiental o el título de concesión.
Cabe destacar que, si bien el discurso de sostenibilidad ha ganado peso en el sector minero en los últimos años, su aplicación efectiva sigue siendo un reto. En ese sentido, la delegación sonorense optó por presentar ejemplos concretos de buenas prácticas implementadas en el estado, como la mejora de procesos de consulta indígena, la promoción de inversión social voluntaria por parte de las empresas y los acuerdos para mitigar impactos ambientales en regiones específicas.
Desde una perspectiva analítica, la participación de Sonora en este tipo de eventos es coherente con su posición dentro del sistema económico nacional. El estado no solo destaca por su producción minera, sino también por su capacidad de integrarse en cadenas de valor regionales que involucran energía, manufactura avanzada y comercio internacional. Su cercanía con Estados Unidos y su infraestructura logística lo convierten en un territorio estratégico para nuevos proyectos vinculados a la demanda global de minerales críticos.
La minería en Sonora es más que un sector económico; es parte de su identidad regional. Históricamente, la actividad minera ha sido un motor de crecimiento en municipios como Cananea, Nacozari y Caborca. Hoy, la apuesta estatal es articular ese legado con una visión moderna, donde se combinen eficiencia, innovación tecnológica y responsabilidad social.
La participación en la Convención Minera no garantiza resultados inmediatos, pero sí establece las condiciones para que Sonora mantenga una posición de liderazgo en los próximos años. El seguimiento a las alianzas y los compromisos generados será clave para que el discurso se traduzca en inversiones, empleos y beneficios tangibles para la población.



